“Dios, quien puede lograr mucho más de lo que pudiéramos pedir o incluso imaginar” (Ef.3:20)
Reconozcamos, no hay demasiadas sorpresas en nuestras oraciones. La razón: No esperamos mucho de Dios. La oración se ha convertido en un mero formalismo, en una forma del desarrollo de nuestro quehacer religioso diario.
Pablo dice que grandes logros ocurren cuando oramos con la expectativa correcta. Dios absolutamente no sólo tiene el poder para que nuestras oraciones sean contestadas sino que además lo hará mucho más allá de lo que pedimos o podemos imaginarlo. Puedes imaginarte pidiéndole al Señor que provea la economía para hacer una Maestría y que de pronto no solo recibas una beca sino que ésta provenga de la Universidad más prestigiosa de tu país. Es acerca de esto que Pablo está hablando.
No tomemos con superficialidad nuestras oraciones. Dios hace la diferencia en nuestro mundo a través de las oraciones que hacemos. Él está dispuesto a hacer mucho más de lo que podemos pedir o incluso imaginar. Que este 2018 sea un año de logros a la manera de Dios.
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