Efesios 4:21-25
“Si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús” (v.21)
¿Nos interesa la verdad? Tras hacer una pequeña evaluación del mundo en que vivimos nos percatamos que no, no nos interesa la verdad. Nos sentimos cómodos viviendo engañados. Nos encanta auto engañarnos, pero ojo, no te permitas que te lo digan porque de seguro que te creará un grande malestar porque no nos gusta que nos digan mentiroso, es mejor creer que nuestra mentira constituye la verdad. Nos sentimos más seguros con esto.
La Historia de nuestro mundo se ha desarrollado de tal manera que cada época ha contribuido para ir resquebrajándola. Una grieta por acá, otra por allá, poco a poco y de manera intencionada se fue atentando contra ella hasta que quedó totalmente irreconocible e inservible. La paradoja es que pese a todo esto no sabemos vivir sin ella, y es que para justificar nuestras acciones apelamos a nuestra verdad para no reconocer que vivimos engañándonos. Que complejos somos los seres humanos… y que tan trágicamente extraños.
Para los cristianos, sin embargo, la verdad es importante y de una manera totalmente distinta que lo que para el mundo. Su valor reside en el hecho de que Cristo mismo es la VERDAD y que todo aquello que procede de él es VERDAD para quienes le seguimos. De allí lo trascendente que resulta para nosotros ser enseñados por él. Permanecer en la verdad es para nosotros permanecer en Cristo, esto es mantener una relación personal diaria con él. Es en esta posición en que somos enseñados en la verdad y nos volvemos indemnes a la mentira que el mundo proclama.
La verdad, si importa. Haz que tus acciones se sostengan sobre la VERDAD que es Cristo. Por tanto: Déjate enseñar por él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario