Colosenses 3:12-17
“Que el mensaje de Cristo, con toda su riqueza, llene sus vidas. Enséñense y aconséjense unos a otros con toda la sabiduría que él da… (v.16a).
Pablo nos llama la atención al hecho que la Palabra de Cristo llene nuestras vidas. Hay varias notas involucradas en esta demanda.
Primero: Se nos indica que lo único que necesitamos para vivir plenamente está en el mensaje de Jesucristo. “Toda su riqueza” no excluye absolutamente nada de lo que este mensaje hace en favor de nuestras vidas.
Segundo: Se nos pide que seamos intencionales en este propósito. Debemos hacer los esfuerzos necesarios para ser llenos. De hecho solo ocupándonos de este modo seremos llenos. Esto nos demandará quitar de nuestras actividades distractores que perjudiquen la llenura de la Palabra en nuestras vidas.
Tercero: Se nos urge a ser llenos. No un cuarto, ni a medias, ni siquiera el noventa y nueve por ciento, sino el cien por ciento. Lleno al punto que rebalse es la demanda aquí implicada.
Cuarto: Una demanda hacia el hermano que debe ser enseñado y aconsejado en toda la sabiduría que nos viene a través de la Palabra que Cristo nos da. La Palabra no solamente es valiosa para nosotros, lo es también para todos.
¿Qué te impide ser lleno de la Palabra?
¿Qué cambios harás en tu vida para empezar a ser lleno de la Palabra?
¿Quiénes necesitan en esta semana que tú les enseñes y aconsejes por medio de la Palabra?
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