Job 1:1-17
“He atesorado sus palabras más que la comida diaria.” (v. 12 NTV).
Afirma Job que está buscando a Dios a fin de exponer su causa delante de Él. Espera al estar en su presencia darle a conocer sus razones y salir bien librado a causa del juicio imparcial que recibiría de parte de Dios (vv.4-7).
¿En que basa su justicia? He aquí sus palabras: “Sin embargo, él sabe a dónde yo voy; y cuando me ponga a prueba, saldré tan puro como el oro. Pues he permanecido en las sendas de Dios; he seguido sus caminos y no me he desviado. No me he apartado de sus mandatos, sino que he atesorado sus palabras más que la comida diaria” (vv.10-12). ¿Puedes notar que todo recae sobre la porción del texto que nos sirve como motivo de nuestro pensamiento? “Me he alimentado muy bien con tu palabra de tal manera que me he mantenido fiel a tus caminos, por tanto nada temo pues confió en que saldré tan puro como el oro delante de su presencia” es en paráfrasis lo que está afirmando nuestro personaje. Siguiendo la línea de nuestro título de hoy: bien alimentado se nos permite tener una mayor confianza respecto a nuestra lealtad a los caminos del Señor.
Nos parecería extraña la actitud de Job de buscar el tribunal de Dios para exponer su causa, sin embargo es también lo que hacemos nosotros cuando no entendemos que es lo que nos está pasando. La diferencia respecto a su proceder y el nuestra está quizás en que nuestros argumentos para la confrontación son distintos. Ah ¡cuánto fuera que al igual como él le dijéramos al Señor: He atesorado tus palabras más que la comida diaria”.
Podemos empezar a trabajar en esto. No motivados en confrontar a Dios (por supuesto) cada vez que tengamos situaciones que no comprendamos, pero sí porque al estar bien alimentados nos aseguramos serle fiel y permanecer en sus sendas. ¡Qué mayor recompensa para el alma que esto! Decide pues por una buena alimentación diaria.
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