lunes, 28 de marzo de 2016

UN VERDADERO DISCÍPULO

Juan 8:31-36

“Entonces Jesús dijo a los judíos que habían creído en él: «Si ustedes permanecen en mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.” (vv. 31-32).

Extrañas palabras del Señor para los que habían creído en él. ¿No es acaso suficiente creer en él para ser un discípulo? Juan 8:66 señala que no es suficiente. Allí leemos: “Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás y ya no andaban con él”. 
El discípulo es verdadero cuando permanece en la Palabra de su Señor. ¿Qué significa esto? Es más que un conocimiento intelectual de su Palabra, es recibirla y vivir de acuerdo a lo que en ésta se nos dice. 
¿Por qué tiene que ser así? Porque a menos que no se permanezca en su Palabra no se experimentará la libertad que trae la verdad que hay en ella. El discípulo es una persona que ha hallado libertad del poder del pecado y de la muerte al expresar su aceptación, con una fe sencilla, de todo lo que Jesús ha dicho sobre él y cuyas palabras están registradas en los santos evangelios. 
El verdadero discípulo cree y permanece creyendo en las Palabras de su Señor. Al hacerlo así experimenta la libertad que la verdad del evangelio tiene para él. ¿Te consideras un verdadero discípulo de Cristo? Recuerda que ya en el tiempo de Jesús hubo algunos que se volvieron atrás. Permanece, permanece…esa es tu diaria tarea.

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