1 Juan 3:14-18
“Pero nosotros sabemos lo que es el amor, porque Jesucristo dio su vida por nosotros. Así también nosotros, debemos dar nuestra vida por nuestros hermanos en Cristo. Si un rico ve que alguno de su propia iglesia tiene alguna necesidad, y no lo ayuda, ese rico no ama como Dios ama. Hijos míos, no solamente debemos decir que amamos, sino que debemos demostrarlo por medio de lo que hacemos.” (vv. 16, 18)
El apóstol Juan nos desafía a expresar el amor de la única forma como se puede dar a conocer: Se ama entregando la vida. Este fue la manera como Cristo manifestó su amor para con nosotros, él nos entregó su vida y aparece como el alto ejemplo a seguir. Dios no espera un amor menor de sus hijos. “Dices que amas”, entonces entrega tu vida por tus hermanos.
Pero para que esto no aparezca algo etéreo imposible de alcanzar, Juan nos indica una forma muy práctica acerca de cómo este amor puede realizarse dentro de la iglesia. “Si tienes bienes de este mundo y ves que tu hermano tiene necesidad…ayúdalo”, dice el apóstol. Así estarás amando a la manera de Cristo.
Quizás nunca tengamos la oportunidad de dar la vida por un hermano. Esto podría llevarnos a disculparnos cuando se nos exija cuentas acerca del amor que hemos brindado. Sin embargo, siempre habrá oportunidad para dar de nuestros bienes para ayudar a un hermano que se encuentra en necesidad. ¡Nunca habrá excusa cuando Dios nos pregunte acerca del amor que hemos dado!
¿Amar? No se trata de palabras, se trata de entrega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario