viernes, 8 de abril de 2016

SUPERCRISTIANOS

Efesios 3:14 -21

“Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros” (v.20).

La sección que consideramos hoy de la carta paulina nos deja gratamente sorprendidos por la profundidad de los pedidos de oración que el apóstol hace en favor de los efesios: que conforme a la riqueza de su gloria sean fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu (v.16); que Cristo habite por la fe en sus corazones para que sean arraigados en amor (v.17); que conozca el amor de Cristo en todas sus dimensiones a fin de que sean llenos de toda plenitud de Dios (v.19). ¡No nos sentimos abrumados por los pedidos de oración que hacemos!
Si ya por el lado humano (el de Pablo) los motivos de su oración nos resultan loables, la respuesta de Dios nos deja totalmente impactados pues se afirma que él responde “súper abundantemente más de lo que uno le pide”. ¿Te puedes imaginar lo que significa esto? Con la respuesta en mente ¿es posible ser supercristianos? Sí, no podemos esperar una respuesta distinta. Entonces ¿por qué no lo somos? Dos respuestas podrían surgir para dar una explicación de esto: (1) No estamos pidiendo en la misma dirección de Pablo. Nos interesan cosas intrascendentes y éstas son las que forman parte en nuestras largas listas de oración. y(2) No tenemos la fe que nos motive a esperar ser supercristianos. Nos sentimos cómodos con nuestra incomodidad, lamentable paradoja que muchos de nosotros hemos asumido vivir. 
Que Pablo nos desafíe a vivir un estilo de vida diferente, el de los Supercristianos, o para ponerlo de la manera que no nos asuste, que nos rete a vivir como cristianos normales, porque ojo, así se espera que sea nuestra vida… la del supercristiano.

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