“Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. Gracias a ella fueron aprobados los antiguos” (Hb.11:1-2)
Dios solamente aprueba a quienes tienen fe en él. Lo único que necesitas es creerle, no hace falta nada más. ¿Seguro? Sí, no requieres en absoluto de ninguna otra cosa sino únicamente creer.
Pero te preguntarás: ¿qué es lo que tengo que creer? El contexto de este libro dice que tenemos creer que Dios existe y que es galardonador para con aquellos que le buscan. Ahora bien, hay quienes hemos creído esto pero pareciera como si necesitáramos de algo más para ser aceptados por Dios. Es un asunto extraño, pero nos cargamos pensando que tenemos que hacer algo más para convencerlo de que somos buenos tipos. De hecho, no lo lograremos, porque lo único que quiere el Señor es que tengamos fe.
Esto dificultad revela un asunto que a más de uno nos trae un gran dolor de cabeza. Hemos escuchado decir a la gente: “He recibido a Cristo como mi Señor y Salvador” cuando esta experiencia se trata de algo más, es también que Dios te ha aceptado por tu fe, por lo que desde ese instante te ha recibido como su hijo. Ya no somos más extraños pues el mismo da testimonio de que es nuestro amado Padre Celestial.
La fe es suficiente. Fortalécela hoy conociendo más de tu Padre Celestial. En la medida que lo sigues buscando, hallarás que él sigue siendo el Dios galardonador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario