lunes, 29 de febrero de 2016

PROSPERIDAD

Proverbios 21:1-9

"Los planes bien pensados y el arduo trabajo llevan a Ia prosperidad, pero los atajos tomados a la carrera conducen a Ia pobreza." Proverbios 21:5 (NTV)

Al oír o leer la palabra prosperidad ¿qué es lo primero que se nos viene a la cabeza? Algunas respuestas: dinero, éxito, estatus social envidiable, entre otras cosas parecidas.
¿Lo vinculas con planes bien pensados y arduo trabajo? Seguramente que sí, pero con todo debemos de reconocer que los atajos nos son más tentadores por lo que muchos elegimos ese camino. Nuestro mundo está lleno de este tipo de personas; gracias a Dios que también existen de aquellos que han seguido el camino recto y con su ejemplo nos han expresado que es posible la prosperidad cuando se hacen con planes bien pensados y un arduo trabajo.
¿Cómo hacemos esto? Primero debemos cambiar nuestro concepto de prosperidad no asociándolo únicamente con dinero, pensemos en ello como el logro de una tarea encomendada por Dios; por ejemplo, la buena vida espiritual de tu familia. En segundo lugar, como afirma nuestro texto planifica, obviamente tienes que hacerlo a partir de los principios que Dios establece para aquello que (siguiendo nuestro ejemplo) constituye lo que es ser la buena vida espiritual familiar. Parte de tu plan debería incluir como comunicarás e integrarás a tu familia en su desarrollo. Por último, tendrás que trabajar duro y consistentemente para alcanzar cada meta que te has propuesto para así lograr el objetivo final que es tener una familia madura espiritualmente. Cuando por fin se ha alcanzado todo lo planificado podrás manifestar que tu familia es prospera en esta área específica. 
Elijamos ser prósperos en todas las áreas de nuestras vidas. Elijamos planificar y el arduo trabajo. Has un alto y ora al Señor para pedirle dirección respecto al área en donde debes de empezar. Hoy es el tiempo correcto.

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