DAR FRUTOS

Juan 15:1-17 

“No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que pidan en mi nombre” (v.16 NVI) 

Escogidos y comisionados para un solo propósito: dar frutos. Esto no parece ser nada extraordinario si es que dichas palabras vinieran de cualquier individuo, pero proviniendo del Señor Jesús es todo un enorme privilegio ser considerado un escogido y comisionado para dar frutos. Quien está unido a él no tiene otro fin en la vida sino el de dar frutos. Así como lo fue él, así también nosotros. En cada uno de los suyos, tal como la vid a los pámpanos, su savia recorre en nuestro interior para producirlos. Definitivamente se trata de un asunto natural como le ocurre a cualquier planta que es de buena cepa. ¿Qué frutos? Sin duda Cristo se refiere a su vida misma. Él reprodujo su vida en los suyos, así también nosotros debemos de reproducir la vida de Cristo (que está en nosotros) en otros. ¿Qué más puede dar una vid sino uvas? Y ciertamente Jesús es una vid de excelente calidad. ¿En qué has de consumir tu vida? Para nosotros todo se reduce en el dar frutos. Sabio es entonces el hombre que ordena todos sus recursos para este propósito,  y si te faltan o no los conoces, entonces el l Padre te dará todo lo que pidas en el nombre de Cristo.