Mateo 10:16-25
“No se preocupen por lo que van a decir o cómo lo van a decir. En ese momento les será dado lo que han de decir, ya que no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu de su Padre a través de ustedes” (vv.19b-20).
El contexto de estas palabras es de persecución, entonces eres atrapado y llevado ante los tribunales quienes te exigirán acerca del proceder de tu conducta y de tu fe. Obviamente la vida está bajo amenaza, ¿qué hacer? ¿Qué decir? ¿Seré capaz de mantener mi fe en esa circunstancia? El Señor dice que esto será como una oportunidad para darles testimonio acerca de él. ¿Estaré a la altura en este momento? ¿Me sobrepasaran los temores y terminaré siéndole infiel?
El Señor nos anima diciéndonos que no nos preocupemos por esto, que es algo que no nos debe traer ansiedad ni quitarnos el sueño. Algo extraordinario ocurrirá en ese momento. Dios nos dará las palabras que tengamos que decir, una asombrosa manifestación del poder del Espíritu Santo será sobre nosotros de tal modo que él hablará a través de nosotros. Entonces, ¡cómo temer!
Reconocemos que los tiempos en los que estamos viviendo cada vez son más exigentes y hay una suerte de persecución que nos impone la amenaza de callar a costa de quitarnos la vida social haciendo de nosotros unos parias del mundo. Las palabras de Jesús deben tomar vida en este tiempo para no preocuparnos ni afanarnos cuando somos llamados por los diversos tribunales a dar testimonio de él. Algunos evitaran la confrontación, que ésta no sea tu postura. No, no digas, “es que no sabré que decir”. Su promesa es que se te dará palabras en el momento adecuado.
Siendo esto así, ¿qué esperas? … Toma valor y habla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario