martes, 28 de noviembre de 2017

NO HAY ABUNDANCIA SIN PRUEBA

“Hiciste cabalgar hombres sobre nuestra cabeza; pasamos por el fuego y por el agua, y nos sacaste a abundancia” (Sal.66:12).

Las pruebas consiguen tener una lógica de la más extraña. Nuestro entendimiento las asume como necesarias, sin embargo también por esa misma lógica no las queremos como compañeras en nuestra vida. Es como si tuviéramos un eslogan que dijera: A LA PRUEBA DILE QUE SÍ, PERO A SU VEZ DILE QUE NO.
El salmista nos expresa una realidad que muchos han experimentado, tras la prueba viene la abundancia, pero que la prueba en sí es como pasar por el fuego y por el agua, y añade diciendo que es como tener hombres que cabalgan sobre nuestras cabezas. Me gustaría que prestaras atención porque él también dice que fue el Señor quien hizo esto, es decir él nos metió en este asunto que conocemos como prueba. Todo esto sin duda alguna consigue empañar el propósito de esta experiencia de manera tal que perdemos nuestra objetividad y nos olvidamos del hecho que tras la prueba viene la abundancia. 
Pero ¿Cuál es la abundancia que trae la prueba a nuestra vida? No sé si para ti son suficientes las palabras del salmista que aparecen en el verso diez: “… nos purificaste como se purifica la plata”. Pero, éstas responden de forma cabal a la abundancia que viene tras experimentar la prueba. Esto será lo que te sostendrá con firmeza cuando tengas que afrontarla.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

DIOS TE LO HACE SABER

“Pídeme y te daré a conocer secretos sorprendentes que no conoces acerca de lo que está por venir” (Jer.33:3)

Creo que muchos pasamos por la experiencia de Jeremías. Nos atascamos porque no entendemos lo que Dios está haciendo o lo que él hará. “¿Esto viene de ti, Señor?”, “¿Qué harás, Señor?” son preguntas que se agolpan inquietando a nuestro espíritu.
Cuando Jeremías llegó a este punto, el Señor no lo ignoró, no pasó por alto la angustia que embargaba el alma de su profeta. Entonces le dijo: “Pídeme y te daré a conocer secretos sorprendentes que no conoces acerca de lo que está por venir”. ¿Qué hizo Jeremías con tal ofrecimiento? Le creyó a Dios de modo que todo el capítulo treinta y tres es el Señor dándole a conocer las cosas que él no conocía.
Dios tiene el mismo ofrecimiento para nosotros. Este texto no debería estar en las Escrituras si el Señor no tuviera el mismo trato para nosotros. Sin duda él quiere que sepamos que también este beneficio nos corresponde. Así que... ¿Por qué esperar más? Tómalo… ¿Quizás hoy mismo la estés necesitando?

martes, 21 de noviembre de 2017

COMPAÑEROS DE ORACION

“Entonces Daniel regresó a casa y contó a sus amigos Ananías, Misael y Azarías lo que había ocurrido. Les rogó que pidieran al Dios del cielo que tuviera misericordia y les revelara el secreto, para que no fueran ejecutados junto con los demás sabios de Babilonia” (Dn.2:17-18).

Es un hecho que necesitamos compañeros de oración. El mismo Señor Jesús llevó a sus tres cercanos con el propósito de que velarán juntamente con él (Mt.26:37-41). 
Existen situaciones que van más allá de nosotros y necesitamos que alguien se ponga a nuestro lado para clamar a Dios por ayuda. Daniel supo a quienes acudir cuando tuvo que enfrentar lo imposible. ¿Cómo sabremos nosotros quien puede ocupar un lugar como nuestros compañeros de oración?
• Piensa en gente que tenga un serio compromiso con Dios. Daniel tomó en cuenta a los jóvenes que como él se propusieron no contaminarse con la comida del rey (Dn.1:8-15).
• Considera a quienes caminan juntamente contigo. Daniel fue a quienes como él se verían afectados por la decisión del rey (2:12-13).
• Pruébalos por la disposición que desarrollan en el proceso. Ellos estarán contigo. Daniel dio gracias a Dios y no habló en singular sino en plural, “ahora has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey” (2:23).
Tú necesitarás un compañero de oración. ¿Por qué no empiezas a buscarlos hoy?

lunes, 20 de noviembre de 2017

NUESTRAS DECISIONES

“Daniel fue a ver al rey inmediatamente y le pidió más tiempo para comunicarle el significado del sueño” (Dn.2:16)

Hoy aprendí dos cosas acerca de la toma de decisiones. Pero primero es importante anotar el contexto. Habrá situaciones en las que se nos pedirán cosas imposibles por lo que seremos casi como obligados a tomar una decisión. ¿Cómo hacemos para salir adelante?
Lo primero que tenemos que hacer es evitar sentir pánico y preguntarnos por los hechos que motivan la situación que estamos enfrentando. Todo tiene un por qué. Hay que buscarlo. Es lo que Daniel hizo cuando Arioc, comandante de Nabucodonosor, vino a él con el propósito de matarlo (2:14). 
Luego, necesitamos pedir un tiempo. Un tiempo para evitar dar respuestas emocionales que son generadas por impulsos irracionales. Dar un paso atrás, respirar profundamente, tranquilizarse y por último hablar con Dios acerca de esto será la mejor solución para una buena decisión. Necesitamos considerar el hecho de que una decisión equivocada lo es no importa lo rápido que se tome.
La próxima vez que tengas que tomar una decisión. Toma en cuenta estos dos principios.

jueves, 16 de noviembre de 2017

CONGREGARTE ES IMPORTANTE

“No dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo ahora que el día de su regreso se acerca” (Hebreos 10:25)

Leía esta mañana acerca de dos preguntas las cuales me hicieron recordar un pensamiento que desde hace muchos años tomo en cuenta. Las dos preguntas fueron: “¿Qué tal si me hubiera perdido ese servicio? ¿Qué tal si me hubiera quedado dormido ese día? Inmediatamente éstas las relacioné con el pensamiento “basta un solo instante en medio del culto para que el Señor hablé a tu corazón, permanece atento y no te distraigas”. 
Congregarte es importante porque es el lugar en donde debes esperar Palabra de Dios para tu vida. Cuando decides quedarte en casa te expones a quedarte sin aquello que Dios quiere usar para cambiar tu vida. Seamos honestos, el congregarnos es tan importante que ni siquiera nuestras más piadosas excusas la van a invalidar cuando éstas buscan mantener nuestra comodidad. 
Las preguntas mencionadas anteriormente implican que estaré con mis hermanos todas las veces que pueda responderme delante de Dios si la situación que estoy pasando en un momento específico es una excusa para quedarme en casa. Sí, porque seguramente no pretenderemos pensar que el autor incluso esté considerando la idea que aun la persecución no es razón suficiente para congregarse. Sin caer en los radicalismos, nos es menester dar una respuesta sincera. 
Congrégate hoy. Tal vez hoy el Señor te dará la Palabra que cambiará la dirección de tu vida.

viernes, 10 de noviembre de 2017

NO DEJES DE APRENDER Y PRACTICAR

“El que aprende y pone en práctica lo aprendido, se estima a sí mismo y prospera” (Prov.19:8)

Aprender y practicar son el más grande tesoro. Ojo, aprender y practicar. No es solamente aprender. Adquirir información y ciencia no sirve absolutamente de nada si no va acompañado de la práctica. Cuando van juntos en la vida, entonces se cumple en el hombre las palabras del proverbista: “se estima a sí mismo y prospera”.
Pero, hay un mayor bien cuando ambos se convierten en un hábito permanente en nuestras vidas. No existe una edad para empezar, tampoco una para terminar. El Señor nos insta a caminar a lo largo de nuestra vida en la compañía de estos dos valiosos colaboradores. Sabio es aquel que aprende y práctica esta exhortación y se dispone a invertir tiempo y dinero para hacerla suya. Ah, claro, una advertencia, debes de ser cuidadoso al elegir qué es lo que vas a aprender pues no todo lo que brilla es oro.
Estimate y busca prosperidad. Toma la decisión de aprender y poner en práctica lo aprendido. Este es el camino correcto.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

GANANDOSE EL RESPETO DE TUS JEFES

“Ahora bien, Dios había hecho que el jefe del Estado Mayor le tuviera respeto y afecto a Daniel” (Dn.1:9)

¿Cómo te ganas el respeto de tus jefes? Este texto nos da la respuesta, pero el contexto nos dice que no todo fue un asunto del Señor, también Daniel tuvo mucho que ver en esto. Dios hizo que Daniel cayera en gracia sobre el hombre a quien Nabucodonosor había ordenado que comiera su misma comida. Éste se había convertido en su jefe inmediato y temeroso del rey debía de hacer que su mandato se cumpliera al pie de la letra. Para Daniel y sus amigos esto significaba contaminarse, es decir hacerse impuro delante de Dios y ellos no permitirían que esto sucediera. ¿Qué hacer? Y aquí está el actuar del adolescente de quince años. Primero habló con respeto al jefe del Estado Mayor pidiéndole permiso para no comer alimentos inaceptables (v.9); segundo, comprendió el temor que representaba para el jefe del Estado Mayor el hacer conforme a su petición (v.10); y por último, hizo una sugerencia que permitiría ver a su jefe que no había nada porque temer (vv.11-13). Todo esto lo hizo en un espíritu de humildad y respeto. Así Daniel no terminó en falta ni con Dios ni con su jefe.
Reconozcámoslo, algunos nos hacemos antipáticos a nuestros jefes no tanto porque ellos no comparten nuestros valores sino por la actitud que tomamos para hacérselos saber cuando discrepamos con ellos. Distamos mucho de actuar con humildad y mansedumbre, mucho menos con respeto, entonces nos hacemos odiosos y candidatos a un despido. Es verdad que no siempre los resultados serán como los de Daniel, sin embargo habremos honrado a Dios con nuestro comportamiento y quedará en la consciencia de quienes nos despidieron que nunca les faltamos el respeto y los honramos a pesar de lo injusto que fueron con nosotros.
Cambiemos nuestra actitud desde hoy. Dios sigue actuando para que caigamos en gracia a los hombre.

martes, 7 de noviembre de 2017

FIRMEZA Y VALOR

“Manténganse alerta; permanezcan firmes en la fe; sean valientes y fuertes” (1 Cor.16:13)

La vida del cristiano requiere mantenerse en un estado constante de alerta. Hay demasiadas cosas que atentan con su comunión con Dios que le urge estar listo para abordarlas con la entereza que se requiere. ¿Cómo hacemos esto? Las afrontamos con firmeza y valor.
Necesitamos aprender a reconocer lo falso de lo verdadero y una vez identificado debemos estar dispuestos a no claudicar en aquello que el Señor nos ha dado. Necesitarás ser valiente para ir contra la corriente y no dejarte conmover por lo que otros busquen hacer de ti. No somos como aquellos que corren detrás de las cosas porque otros lo están haciendo, sino nuestras acciones deben reflejar lo que tan sólo un adolescente de quince años fue capaz de decirle al rey más poderoso de la tierra: “Lo siento, rey. Tu comida no es suficientemente buena para mí. No puedo comerla”. Interesante paráfrasis para describir la acción de Daniel quien propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey (Dn.1:8).
En este mismo momento, ¿qué es la situación que hace que requieras firmeza y valor? Quizás estás pensando en las consecuencias si no transiges, tal vez te quedarás sólo en esto si sigues la dirección que Dios te ha dado. Recuerda, solamente la firmeza y valor han llevado al hombre a ser considerado como instrumento de Dios. Hoy te ha llegado el tiempo.

lunes, 6 de noviembre de 2017

LA DIFERENCIA ESTÁ EN UNA ENTREGA COMPLETA

“No dejen que ninguna parte de su cuerpo se convierta en un instrumento del mal para servir al pecado. En cambio, entréguense completamente a Dios, porque antes estaban muertos pero ahora tienen una vida nueva. Así que usen todo su cuerpo como un instrumento para hacer lo que es correcto para la gloria de Dios.” (Ro.6:13)

Una entrega completa… ¿de qué se trata esto? Pablo nos lo explica: “usen todo su cuerpo como un instrumento para hacer lo que es correcto para la gloria de Dios”. Basta que alguna parte de nuestro cuerpo – siguiendo al mismo apóstol – no sea involucrada en este propósito para que nuestra vida se arruine y no alcancemos aquello que el Señor ha preparado para nosotros.
En las cosas del Señor es todo o nada. Si no hay una entrega total, la mitad o incluso el noventa por ciento se convierte en nada. Nuestra lógica no funciona cuando de hacer las cosas para la gloria de Dios resulta como nuestro gran mandamiento. Una entrega a medias tintas sigue siendo muerte, “en cambio entréguense completamente a Dios, porque antes estaban muertos”. Sí, antes estábamos muertos y ese estado no cambiará si todavía servimos al pecado con nuestro cuerpo.
Podemos hacer la diferencia para nuestras vidas después de haber sido salvos. Pero debemos decidir. Es todo o nada. Elijamos el todo, lo completo. “Señor, hoy elegimos que todo nuestro cuerpo será usado como instrumento para hacer lo que es correcto para la gloria de Dios. Amén.”

viernes, 3 de noviembre de 2017

DEPENDE DE EN QUIEN PONES TU ESPERANZA

“Sucedió para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios, que resucita de los muertos. Él nos libró y nos librará de tal peligro de muerte. En él tenemos puesta nuestra esperanza, y él nos seguirá librándonos.” (2 Cor.1:9-10)

La autosuficiencia terminará contigo, no es el camino correcto a seguir. No necesitas aprender esto por medio de amargas experiencias, el Señor nos ha entregado magníficas lecciones para tomarlas en cuenta a fin de no seguir por esa vía. Nuestro texto es un claro ejemplo de ello y que mejor que el mismo apóstol Pablo nos diga que de nada nos servirá apostar por nosotros mismos. Solo la muerte será el resultado de obcecarnos en esto, la muerte de nuestros sueños, de las relaciones con nuestros cercanos, de la salud, entre otras cosas que sabemos que traerán profundo luto a nuestras vidas.
¿Qué debemos de hacer? Decidimos poner nuestra confianza en Dios. Él es quien puede resucitar los sueños que nos ha dado, es quien puede librarnos de las ataduras que nos hemos puesto debido a la insensatez de nuestra autosuficiencia. Pablo afirma: “Él nos libró y nos librará de tal peligro de muerte. En él tenemos puesta nuestra esperanza, y él nos seguirá librándonos”.
Deja ya la autosuficiencia. Es tiempo perdido y esfuerzo vano a lo que ello te llevará. Conviértete a una esperanza viva manteniendo una confianza firme en el Dios que todo lo puede y tiene el control de las cosas. Los resultados no se dejarán esperar. Dios te bendiga.

jueves, 2 de noviembre de 2017

UNA ESPERANZA VIVA

“Aun cuando no había motivos para tener esperanza, Abraham siguió teniendo esperanza porque había creído en que llegaría a ser el padre de muchas naciones” (Ro.4:18)

¿Qué te sostiene cuando todo a tú alrededor se viene abajo? La esperanza. Sí, ella te sostendrá, pero para ello debemos de cerciorarnos que se funde en la Palabra Viva de Dios.
Abraham se sostuvo firme en el momento más difícil de su vida porque la enfrentó con esperanza confiado en la Palabra que Dios le había dado. Él le había dicho que sería padre de muchas naciones y estas palabras constituyeron base firme para llevar su obediencia al punto de alzar el cuchillo para dar muerte a su hijo Isaac, su amado.
Dos hechos claros a partir de esto. Primero, ¿qué te está diciendo Dios? Sí, porque Dios es Dios personal, y él te dará palabra que al igual que Abraham deberás de creer para sostenerte firme en el día de la angustia. Segundo, lees o meditas la Palabra con la intención de que Dios te hable o solamente lo haces para cumplir con un rito religioso. Cuantos hay para quienes la Biblia solo se convierte en una cuestión rutinaria y la deja sin haber escuchado el motivo de esperanza para sus vidas. Cuando esto es así no habrá nada que lo sostenga en el momento de la prueba.
Vivamos seguros. Que nuestra esperanza sea una esperanza viva. Cree en ella, pero para eso fúndala en la Palabra viva de Dios.

miércoles, 1 de noviembre de 2017

UN NUEVO INICIO PARA LO QUE PARECE MORIR

“Abraham creyó en el Dios que da vida a los muertos y crea cosas nuevas de la nada” (Ro.4:17b)

Existen momentos en que los que los proyectos que Dios ha puesto en nuestras vidas parecen morir. Quiero que prestes atención al hecho que no me estoy refiriendo a tus proyectos sino a los proyectos que vienen de Dios, aquellos que él te entregó tras hacerte salir de tu carpa para hacerte mirar las estrellas y decirte: “así haré contigo”.
Debemos prepararnos para sufrir este tipo de experiencias y aunque te aseguro que nunca estarás lo suficientemente listo para esto, el Señor nos ha dejado el recurso más valioso para dar vida a lo que parece muerto: la fe. Abraham es el ejemplo en su máxima expresión porque Quien le dio el sueño fue el mismo que se lo estaba quitando y ¿qué haces cuando te enfrentas a algo como esto? No… para Abraham no fue la resignación y el abandono, él respondió con fe, creyó en el Dios que da vida a los muertos y crea cosas nuevas de la nada.
Tal vez hoy estás pasando por ese momento. Sientes que los proyectos que Dios te ha dado están muriendo. Déjame decirte que no es cierto, Él siempre ha sacado adelante a sus hijos, pero es importante que tú creas. Necesitas hacerlo para dar un nuevo inicio a lo que parece morir.