“El que aprende y pone en práctica lo aprendido, se estima a sí mismo y prospera” (Prov.19:8)
Aprender y practicar son el más grande tesoro. Ojo, aprender y practicar. No es solamente aprender. Adquirir información y ciencia no sirve absolutamente de nada si no va acompañado de la práctica. Cuando van juntos en la vida, entonces se cumple en el hombre las palabras del proverbista: “se estima a sí mismo y prospera”.
Pero, hay un mayor bien cuando ambos se convierten en un hábito permanente en nuestras vidas. No existe una edad para empezar, tampoco una para terminar. El Señor nos insta a caminar a lo largo de nuestra vida en la compañía de estos dos valiosos colaboradores. Sabio es aquel que aprende y práctica esta exhortación y se dispone a invertir tiempo y dinero para hacerla suya. Ah, claro, una advertencia, debes de ser cuidadoso al elegir qué es lo que vas a aprender pues no todo lo que brilla es oro.
Estimate y busca prosperidad. Toma la decisión de aprender y poner en práctica lo aprendido. Este es el camino correcto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario