“Sucedió para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios, que resucita de los muertos. Él nos libró y nos librará de tal peligro de muerte. En él tenemos puesta nuestra esperanza, y él nos seguirá librándonos.” (2 Cor.1:9-10)
La autosuficiencia terminará contigo, no es el camino correcto a seguir. No necesitas aprender esto por medio de amargas experiencias, el Señor nos ha entregado magníficas lecciones para tomarlas en cuenta a fin de no seguir por esa vía. Nuestro texto es un claro ejemplo de ello y que mejor que el mismo apóstol Pablo nos diga que de nada nos servirá apostar por nosotros mismos. Solo la muerte será el resultado de obcecarnos en esto, la muerte de nuestros sueños, de las relaciones con nuestros cercanos, de la salud, entre otras cosas que sabemos que traerán profundo luto a nuestras vidas.
¿Qué debemos de hacer? Decidimos poner nuestra confianza en Dios. Él es quien puede resucitar los sueños que nos ha dado, es quien puede librarnos de las ataduras que nos hemos puesto debido a la insensatez de nuestra autosuficiencia. Pablo afirma: “Él nos libró y nos librará de tal peligro de muerte. En él tenemos puesta nuestra esperanza, y él nos seguirá librándonos”.
Deja ya la autosuficiencia. Es tiempo perdido y esfuerzo vano a lo que ello te llevará. Conviértete a una esperanza viva manteniendo una confianza firme en el Dios que todo lo puede y tiene el control de las cosas. Los resultados no se dejarán esperar. Dios te bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario