lunes, 6 de noviembre de 2017

LA DIFERENCIA ESTÁ EN UNA ENTREGA COMPLETA

“No dejen que ninguna parte de su cuerpo se convierta en un instrumento del mal para servir al pecado. En cambio, entréguense completamente a Dios, porque antes estaban muertos pero ahora tienen una vida nueva. Así que usen todo su cuerpo como un instrumento para hacer lo que es correcto para la gloria de Dios.” (Ro.6:13)

Una entrega completa… ¿de qué se trata esto? Pablo nos lo explica: “usen todo su cuerpo como un instrumento para hacer lo que es correcto para la gloria de Dios”. Basta que alguna parte de nuestro cuerpo – siguiendo al mismo apóstol – no sea involucrada en este propósito para que nuestra vida se arruine y no alcancemos aquello que el Señor ha preparado para nosotros.
En las cosas del Señor es todo o nada. Si no hay una entrega total, la mitad o incluso el noventa por ciento se convierte en nada. Nuestra lógica no funciona cuando de hacer las cosas para la gloria de Dios resulta como nuestro gran mandamiento. Una entrega a medias tintas sigue siendo muerte, “en cambio entréguense completamente a Dios, porque antes estaban muertos”. Sí, antes estábamos muertos y ese estado no cambiará si todavía servimos al pecado con nuestro cuerpo.
Podemos hacer la diferencia para nuestras vidas después de haber sido salvos. Pero debemos decidir. Es todo o nada. Elijamos el todo, lo completo. “Señor, hoy elegimos que todo nuestro cuerpo será usado como instrumento para hacer lo que es correcto para la gloria de Dios. Amén.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario