“No dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo ahora que el día de su regreso se acerca” (Hebreos 10:25)
Leía esta mañana acerca de dos preguntas las cuales me hicieron recordar un pensamiento que desde hace muchos años tomo en cuenta. Las dos preguntas fueron: “¿Qué tal si me hubiera perdido ese servicio? ¿Qué tal si me hubiera quedado dormido ese día? Inmediatamente éstas las relacioné con el pensamiento “basta un solo instante en medio del culto para que el Señor hablé a tu corazón, permanece atento y no te distraigas”.
Congregarte es importante porque es el lugar en donde debes esperar Palabra de Dios para tu vida. Cuando decides quedarte en casa te expones a quedarte sin aquello que Dios quiere usar para cambiar tu vida. Seamos honestos, el congregarnos es tan importante que ni siquiera nuestras más piadosas excusas la van a invalidar cuando éstas buscan mantener nuestra comodidad.
Las preguntas mencionadas anteriormente implican que estaré con mis hermanos todas las veces que pueda responderme delante de Dios si la situación que estoy pasando en un momento específico es una excusa para quedarme en casa. Sí, porque seguramente no pretenderemos pensar que el autor incluso esté considerando la idea que aun la persecución no es razón suficiente para congregarse. Sin caer en los radicalismos, nos es menester dar una respuesta sincera.
Congrégate hoy. Tal vez hoy el Señor te dará la Palabra que cambiará la dirección de tu vida.
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