jueves, 30 de junio de 2016

EL ANCHO ES EL ANGOSTO, Y EL ANGOSTO EL ANCHO

Mateo 7:13-14
“Entren por la puerta estrecha. Porque es ancha la puerta y espacioso el camino que conduce a la destrucción, y muchos entran por ella. Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran” (vv.13-14)
¿Has considerado que el camino ancho del cual nos habla el Señor es realmente el camino angosto, y que el angosto es realmente el ancho? Si como nos dice nuestro sentido común que el camino espacioso nos da comodidad y seguridad mientras que el angosto produce todo lo contrario llevándonos a estrechez e inseguridad, entonces la respuesta a la pregunta nos lleva a replantear lo que el Señor nos dijo. Por favor no me malinterprete, ¿quién soy yo para cuestionar lo que dijo mi Dios y Señor?, pero permítaseme ver sus palabras desde otro ángulo para ayudar a quitar el prejuicio que muchos tienen para con el evangelio de Jesucristo.
Por lo general la gente tiene un concepto limitado del evangelio, se piensa que sus verdades son estrechas y que lejos de permitirnos libertad y buena vida resultan poniéndonos límites que nos hacen infelices. Asocian el camino estrecho con la estreches de una vida maniatada por “no hagas esto” o “has esto” y se dicen “¿quién pues quiere vivir de esta manera?” El camino ancho por el contrario es el de “dejar hacer y dejar pasar” y lleva al individuo a afirmar “¡Esto sí es vida plena!”.
Pero esto en realidad es una mentira, una vida con las libertades que hay en el camino ancho es la que ha conducido a nuestro mundo a la realidad que hoy vivimos. Es la estrechez de una mentalidad prejuiciosa la que nos ha llevado a desechar la verdad que sí libera y trae plenitud de vida. Es en el camino estrecho que realmente el hombre encuentra los verdaderos beneficios que uno buscaría en un camino ancho y eso necesariamente tiene que pasar por Cristo. Oh si el hombre entendiera que solamente Cristo es el camino y que en él hay vida abundante… ¡Cuán distinta sería nuestras vidas! Has que tu vida cuente… vive en el camino angosto que trae verdadera vida y seguridad.

miércoles, 29 de junio de 2016

PERDÓN Y MUCHO MÁS

2 Pedro 1:3-12
“Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y potencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda. Así Dios nos ha entregado sus preciosas y magníficas promesas para que ustedes, luego de escapar de la corrupción que hay en el mundo debido a los malos deseos, lleguen a tener parte en la naturaleza divina.” (vv. 3-4).
“Dios nos ha entregado sus preciosas y magníficas promesas” ¡Puedes creerlo! Y Pedro nos dice que todas ellas se nos han dado (1) para que podamos vivir como Dios manda; y (2) para que tengamos parte en la naturaleza divina, esto es, para que participemos de la naturaleza divina.
Sin duda ser perdonados de nuestros pecados es la necesidad primaria que todo ser humano necesita. La culpa que es resultado de nuestras acciones es difícil ignorarlas y nos son demasiada carga, no hablamos necesariamente de aquellas que son el resultado de nuestras ofensas a Dios (aunque todas lo son) sino de las que nos vienen como resultado de haber herido a nuestros cercanos. Aunque nos puede ser posible ser perdonados pero difícilmente la culpa suele alejarse de nosotros; sin embargo esto no ocurre cuando vamos al Altísimo y es él quien otorga el perdón. Realmente algo nuevo nos ocurre al llevar delante de Dios nuestras ofensas y es que sólo él puede perdonar y borrar toda culpa con que el pecado nos carga. 
Pero… no es todo lo que Dios nos ofrece, él nos da más y eso es lo que Pedro quiere resaltarnos. Se nos ha concedido todo para vivir una nueva vida. El perdón nos da la entrada a bendiciones como: justificación (Ro.5:1), reconciliación (Ro.5:11, 2 Cor.5:18-19), santificación (Ro.6:22; 1 Cor.1:30), comunión (1 Jn.1:3), glorificación (Ro.8:30), la mente de Cristo (1 Cor.2:16), entre otras que no son necesarias nombrarlas para darnos cuenta de lo cuan grandes noticias constituyen para el hombre las palabras del apóstol.
La cuestión final es: ¿Es todo esto una experiencia en nuestra vida diaria? ¿Realmente abundamos en estas dadivas o es que acaso solo el perdón tiene lugar en nosotros? Recordemos que se trata de perdón… y mucho más.

martes, 28 de junio de 2016

¿CUÁL ES TU PRECIO?

Génesis 25:27-34
“Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir, ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?” (vv. 31-32)

“No podemos montar con nuestra vida una feria de rebajas, asignando cifras a lo que Jesús pagó con su propia sangre, pues el mundo siempre estará dispuesto a pagar el precio”. Un interesante pensamiento a considerar no solamente para referirnos a lo que hizo Esaú sino también para lo que por allí vamos haciendo.
Los hombres le ponen precio a sus vidas, lo llevan a una feria y allí tras un corto regateo son comprados por aquel que está dispuesto a pagarles dicha cantidad. Esaú es el típico ejemplo, decidió que un plato de lentejas era el justo precio para vender su primogenitura a su hermano Jacob. Su acción fue insensata, él mismo lo comprendería más adelante pues las Escrituras dicen: “Porque ya sabéis que aún después, desando heredar la bendición fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas” (Hb.12:17).
¿Te parece una locura lo que hizo? Pues pensemos en que es la locura que muchos están haciendo hoy en día, ¿tal vez sea tu propia locura? Dios nos ha comprado por un gran precio, la sangre de su Hijo Jesucristo. ¿Existe un precio más alto? ¡Sin duda que no! ¡Eso es lo que para él valemos! Sin embargo hay quienes van a la feria y se venden por la fama y el poder que le puede brindar la vida profesional, otros se venden por el amor que les brinda el ser amado, y los demás por paz que les puede ofrecer el llevarse bien con la opinión del mundo. Es inagotable la creatividad que tenemos los hombres para ponerle precio a nuestra vida.
¿Cuál es tu precio? NO… no lo pongas, ya alguien pagó por nosotros y solamente él es el mejor postor. Es por eso importante que recordemos las palabras de Pablo quien dice: “Ustedes… fueron comprados por un precio. Por tanto, honren… a Dios… no se vuelvan esclavos de nadie” (1 Cor.6:19-20; 7:23)

viernes, 24 de junio de 2016

DESCUIDO TOTAL


Efesios 6:10-18
“Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes” (vv.10-13) 
Las naciones invierten grandes sumas de dinero para armar poderosos ejércitos. Algunas compran armas con fines expansionistas, otras lo hacen simplemente con fines de protección y defensa. Las que invierten dinero con el segundo propósito dependen de las que compran con fines de expansión y claro cuando resultan que son vecinos no tan amigables. “Si tu enemigo compra armas, tú también debes hacerlo, si no lo haces sería un descuido fatal” sería un lema a usarse. 
Los cristianos cometemos este descuido. Pensamos que Satanás es un enemigo que huirá simplemente diciéndole “la sangre de Cristo tiene poder” o “tú estás bajo mis pies”. ¿Creen ustedes que Pablo no nos lo hubiera dicho si en eso consistiera darle una soberana paliza al Diablo? Definitivamente no lo creemos así, pero el apóstol si nos dice cómo debemos de actuar frente a este enemigo que ya en la forma como describe esta batalla como que hace que tiemblen nuestras piernas y nos dispongamos a huir. Es que él nos los describe así para que tomemos las cosas con seriedad y absoluta responsabilidad personal en medio de esta batalla espiritual. 
Pablo dice que no podemos hacer frente a esta batalla con nuestras propias fuerzas. El enemigo es demasiado fuerte para nosotros como para enfrentarlo con nuestras armas. Tenemos que disponer de las armas que el Señor nos ha dado. Note algo que tal vez no nos hemos dado cuenta, el apóstol dice que somos nosotros los que tenemos que pelear, no es Dios, ni tampoco Jesucristo y mucho menos el Espíritu Santo. Nosotros somos los que peleamos. ¿Estamos solos en esta batalla? No porque tenemos las armas que Dios nos ha dado. Es el uso responsable de esas armas lo que nos fortalecen con el poder de Dios para vencer. Tenemos que hacer nuestra tarea y eso significa conocer el poder de cada arma y saber cómo usarla contra un enemigo que nos acecha diariamente. 
No seas ingenuo y simplista frente a la batalla espiritual que tienes contra ti. Este descuido te va a ser fatal.

jueves, 23 de junio de 2016

EN LUGARES CELESTIALES

Efesios 2:1-10
“Y juntamente con Cristo Jesús, nos resucitó y nos hizo sentar en los lugares celestiales” (Ef.2:6)

La muerte y resurrección de Jesucristo van más allá de ser una cuestión histórica. No es una información que lees y a la cual se asiente con la cabeza y luego se deja pasar. Por lo menos no debe ser así con aquellos que han experimentado la gracia de la salvación que se otorga por medio de ella.
¿Cuál es el valor que hay en su muerte y resurrección? Pablo afirma que ella trae al hombre una salvación completa. Tal vez las palabras “salvación completa” sea necesaria explicarla. El apóstol lo hace cuando dice “Y juntamente con Cristo Jesús, nos resucitó y nos hizo sentar en los lugares celestiales”. Sí, nos referimos precisamente al hecho que su salvación nos ha otorgado ya un lugar en los cielos. De alguna manera que nos resulta difícil de explicar estamos ya sentados con Jesús cuando todavía nos hallamos trajinando en esta tierra. 
Este hecho tiene implicancias prácticas para nosotros en tanto permanecemos aun aquí. Esa posición actúa en nosotros para darnos una nueva vida y propósito: “…somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”. 
Estar sentados en los lugares celestiales demanda vivir dicha ciudadanía aunque sea por un poco de tiempo aquí en la tierra. No es como algunos señalan tener una actitud triunfalista que raya con la negligencia y que conduce a un estilo de vida que nos recuerda más a nuestra ciudadanía terrenal que a la que poseemos hoy. Decide vivir cada día tu ciudadanía celestial.

miércoles, 22 de junio de 2016

CARGOS ANULADOS


Colosenses 2:8-23
“Ustedes estaban muertos a causa de sus pecados y porque aún no les habían quitado la naturaleza pecaminosa. Entonces Dios les dio vida con Cristo al perdonar todos nuestros pecados. Él anuló el acta con los cargos que había contra nosotros y la eliminó clavándola en la cruz. De esa manera, desarmó a los gobernantes y a las autoridades espirituales. Los avergonzó públicamente con su victoria sobre ellos en la cruz.” (vv. 13-15)

Somos culpables delante de Dios a causa de haberle ofendido por medio de nuestros pecados. No podemos hacer absolutamente nada por nosotros mismos para superar esta condición. Mientras más rápido lo asumamos, nos encontraremos en la mejor condición para aceptar lo que Dios ya ha hecho por medio de su Hijo Jesucristo.
Pablo menciona de hombres que se construyen argumentos con el propósito de invalidar su condición delante de Dios y de buscar por medio de estos razonamientos elaborar estilos y prácticas a las cuales acogerse con el propósito de salir bien librados cuando se encuentren ante su presencia. Pablo afirma de ellas: “Esas reglas son simples enseñanzas humanas acerca de cosas que se deterioran con el uso. Podrán parecer sabias porque exigen una gran devoción, una religiosa abnegación y una severa disciplina corporal; pero a una persona no le ofrecen ninguna ayuda para vencer sus malos deseos” (vv.22-23). En otras palabras… NO SIRVEN.
Una vez comprendido esto podemos tomar lo que Dios ya ha hecho por nosotros. En la cruz, Cristo ha colocado el acta que nos era contraria y nos condenaba a un destino eterno en el infierno. Todos estos cargos han quedado anulados de tal manera que no solamente allí alcanzamos perdón y salvación, sino que además ha dado muerte a nuestra naturaleza pecaminosa en el sentido que esta ya no tiene poder para sujetarnos a las obras del diablo “El que práctica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Para esto fue manifestado el Hijo de Dios: para deshacer las obras del diablo” (1 Jn.3:8).
Recibe lo que Dios ha hecho, tus cargos ya han sido anulados. No elijas el sinuoso camino de buscar formas para agradar a Dios pues no sólo te será imposible sino que también te será innecesaria.

viernes, 17 de junio de 2016

LIDERAZGO MULTIPLICADOR

2 Timoteo 2:1-13
“Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros” (v.2)

¿Qué es lo que Pablo está pidiendo a Timoteo? ¿Está refiriéndose a la evangelización o a la formación de líderes? Si sus palabras fueran dirigidas hacia la evangelización significaría que le está diciendo que solamente evangelice a quienes son fieles e idóneos para enseñar también a otros. Esto suena fuera de lugar tanto por el hecho de que la evangelización es a todo hombre, algo que queda claramente determinado por el ministerio del mismo apóstol. Entonces si no es lo primero, debemos de pensar en la segunda respuesta, se trata de la formación de líderes y específicamente de pastores (recordemos que la carta es pastoral).
Los líderes deben ser hombres con cualidades: (1) Fidelidad, esto tiene que ver con su carácter y le da al creyente un sentido de compromiso total con el Señor y su causa. Los versículos siguientes hablan del nivel de compromiso que exige esta lealtad; (2) Aptos para enseñar, esto tiene que ver con la habilidad no sólo para aprender sino por sobre todo para darlo a conocer a otro. Un líder es ante todo un maestro, alguien que se ocupa de formar vidas; y (3) Un objetivo para su vida: la multiplicación. Él debe perseguir como motivo de su vida el hacer otros líderes.
La debilidad de la iglesia no se debe al hecho de la falta de evangelización sino de la formación de líderes y específicamente de un liderazgo multiplicador. La gente llega a nuestras iglesias solamente para incrementar números que con el tiempo se constituyen en una carga muy pesada para los pocos líderes que hay en ella. Volver a las palabras de Pablo entonces nos es muy necesario. Quizás incluso debería ser nuestra más importante tarea, después de todo dependemos de ellos para tener una iglesia fuerte y comprometida con el Reino de Dios.

jueves, 16 de junio de 2016

TAREA OLVIDADA

Mateo 28:16-20
“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mt.28:18-20).

Hubo un tiempo en la Historia de la Iglesia en que este pasaje no tenía que ser recordado por la iglesia. No había la necesidad de predicarlo e insistir que esta era la tarea y la razón de ser de una iglesia. El hacer discípulos le hacía ser reconocida como tal, era su razón social. Una mirada simple al libro de los Hechos deja prueba indubitable acerca de lo que decimos.
Pero en algún momento la Iglesia se extravió, dejó su tarea y entonces perdió su propósito en la tierra: ser una agencia del reino de Dios aquí en la tierra, meta que solamente es posible a través de discípulos. Es que el discípulo es una persona que como afirma el Señor, “guarda (obedece) todas las cosas que él ha mandado” y solamente llega a tal condición a través de otro que le va a enseñar cómo alcanzar estas cosas. Con el tiempo los que enseñaban fueron escaseando porque les resultó gravoso vivir como discípulos y al hacerlo así la vida del discípulo se diluyó. La consecuencia final fue una iglesia que es portadora de las enseñanzas de Cristo pero que no la vive porque tampoco sabe cómo vivirla. Triste epílogo de una historia sin discípulos.
La tarea debe ser puesta en alto y trabajada por los que entienden y aceptan como suyo este mandamiento. ¡Seamos discípulos!... ¡Formemos discípulos! Nuestro Señor nos lo exige, esto es lo que nos identifica como iglesia. ¿Deseamos ver el Reino de Dios aquí en la tierra? Volvamos a nuestra tarea.

miércoles, 15 de junio de 2016

LA FAMILIA

Juan 1:35-42
“Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan, y habían seguido a Jesús. Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo). Y le trajo a Jesús” (Jn.1:40-42a).
“Andrés, hermano de Simón Pedro” es lo que nos dice Juan, quien a propósito fue el otro discípulo que juntamente con el mencionado, fueron los dos que tras ir detrás de Jesús y atreverse a tomar contacto con él, llegaron a la conclusión de que él era el Cristo, el Salvador. La forma en que Juan lo menciona nos hace ver que Andrés vivía bajo la sombra de Pedro, pues había que relacionarlo con su hermano para poder identificarlo. 
Este Andrés, poco protagónico, es quien nos abre los ojos al hecho que la primera preocupación que debe tener aquel que ha encontrado al Salvador, es su familia. No existen obstáculos que aplacen dicho ejercicio salvo el egoísmo cruel de alguien que es indiferente a la salvación de los suyos. Ni aun la capacidad para poder explicar los detalles de su encuentro con Jesús fue limitante para que Andrés cumpliera con esta tarea, “lo llevaré a Jesús” fue lo que se dijo y así lo hizo. Imagino que tras pasar los años y ver el crecimiento de Pedro, Andrés recordaría con satisfacción lo que ese impulso natural lo llevó a hacer.
¿Es tu familia tu primer campo misionero? Andrés nos desafía no solo a tomarlo como nuestra prioridad sino también a darnos cuenta el potencial que nuestra familia alcanzará cuando los nuestros también son salvos. Ora por los tuyos, comparte con ellos… llévalos a Jesús.

martes, 14 de junio de 2016

CARGADORES

Lucas 5:17-26
“Y sucedió que unos hombres que traían en un lecho a un hombre que estaba paralítico, procuraban llevarle adentro y ponerle delante de él. Pero no hallando cómo hacerlo a causa de la multitud, subieron encima de la casa, y por el tejado le bajaron con el lecho, poniéndole en medio, delante de Jesús. Al ver él la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados” (vv.18-20)

La historia que narra Lucas en este pasaje nos habla de la importancia de los cargadores. Cuatro detalles nos son mencionados aquí en relación a ellos: (1) creían en el poder de Cristo; (2) eran personas decididas a cumplir su propósito; (3) dispuestas a superar obstáculos; y (4) estaban llenos de fe. Con tales cargadores, el paralítico estuvo en buenas manos y la empresa propuesta terminó en todo un éxito.
Este pasaje sin duda nos habla más de los cargadores que del paralítico. Una bendición para el tal el poder hallar amigos con estas características. Al ser confrontados por la acción de ellos es difícil no pensar si nuestro amigo el paralítico espiritual puede contar con el mismo tipo de personas. Al revisar el carácter de ello es imposible no preguntarse qué es lo que me falta para llegar a ser uno como ellos. 
Al leer el material devocional que da base a lo que escribo hoy, el siguiente párrafo llamó mi atención y tal vez tú compartas conmigo el mismo sentir: “El texto dice que no lograban llevar al hombre por los caminos normales e hicieron un hoyo en el techo y bajaron al hombre justo delante de Jesús. Muchos de nosotros desistimos fácilmente, pero no podemos ser de esta forma. Debemos pelear e insistir hasta que llevemos personas a los pies de Cristo”. El cargador deberá muchas veces recorrer no por el camino normal para llevar a su paralítico a Cristo.
Te sugiero hoy que busques otros tres cargadores. Háganse amigo de un paralítico y tras seguir cada uno de las tareas arriba señaladas, llévenlo a los pies de Cristo.

lunes, 13 de junio de 2016

UNA NUEVA HISTORIA

Lucas 8:26-38
“Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él” (v.39)

Una nueva historia era la que le correspondía a este hombre y él debía de contarla. Su pasado había estado envuelto por una situación que había traído tinieblas sobre sí. Satanás había tomado control sobre él y desde entonces dejo de vivir la vida. Perdió el control de todas sus facultades y la familia que en un primer momento buscó ayudarle tuvo que por fin resignarse, no se podía hacer nada por él, entonces lo dejaron.
Es en medio de esta dolorosa circunstancia que experimenta un encuentro liberador. Cristo llega hasta él y entonces es objeto de su gracia y por fin los demonios que lo aprisionaban salen de él para terminar en un hato de cerdos. Por fin es libre, entonces vuelve a vivir y tiene una nueva historia que debe ser contada, “las grandes cosas que ha hecho Dios con él”.
¿Tienes una nueva historia? Seguramente que sí, tal vez no tan extraordinaria, pero es una nueva historia ya que descubre que has sido objeto de la gracia de Dios. ¿Merece contarla? ¡Claro que sí! No solamente merece contarla sino que tenemos la responsabilidad de darla a conocer. Que nuestra casa y la ciudad conozca cuán grandes cosas Cristo ha hecho con nosotros.

viernes, 10 de junio de 2016

CRISTO VIVE EN MI

Gálatas 2:11-10
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (v.20)

Realmente nos es difícil concebir que estamos muertos pues es eso lo que el apóstol dice de todos aquellos que están en Cristo: “Están crucificados juntamente con Cristo”.
La dificultad estriba en que no sabemos qué es lo que significa esto y además en el hecho que hay mucho de nosotros en la vida que actualmente llevamos de modo tal que conscientemente sabemos que somos nosotros los que aun vivimos en la carne (usando el lenguaje de Pablo). 
Para que Cristo viva en nosotros necesitamos indudablemente de la fe. Debemos creer que el día que le entregamos nuestras vidas por medio del arrepentimiento y la conversión literalmente fuimos puestos en la cruz y morimos juntamente con él. Ya no más está vivo el tipo de individuo que éramos. Pero, así también necesitamos ahora de la fe en el Hijo de Dios para que él desarrolle en nosotros un nuevo estilo de vida de acorde a sus fines y propósitos de tal manera que en todo lo nuestro Dios, el Padre, manifieste su Gloria. 
¿Qué quiere decir esto en la vida práctica? Pensemos un poco en cómo el hombre sin Cristo mira a una mujer, ¿no era acaso para adulterar en su corazón? Sin embargo una vez que este hombre ha muerto en la cruz, Cristo ha puesto en él una nueva forma de verla de tal modo que su mirada ahora es pura y santa. Esto es lo que precisamente debe ocurrir en cada área de nuestra vida…. Entonces al igual que Pablo habremos logrado morir y por fin podremos decir: “Cristo vive en mí”

jueves, 9 de junio de 2016

¿QUIEN TIENE EL CONTROL?

Efesios 5:15-20
“No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu” (v.18)

¿Quién tiene el control? Es la pregunta que busca determinar quién o qué es lo que está dirigiendo tu vida. ¿Es el trabajo?, ¿el dinero?, ¿el deseo por adquirir cosas? ¿Quién tiene el control?
Seguramente que antes de que te hagas esta pregunta ya tienes en tus manos la agenda para el día de hoy. Lo que controla tu vida tiene bajo su “control” esta agenda. Ella te guiará a lo largo de este día e inevitablemente tú caerás bajo su dominio. Ciertamente no es malo tener una agenda, lo malo está en aquello que la controla pues no necesariamente puede resultar lo más conveniente para tu vida.
¿Quién tiene que tener el control en la vida de un creyente en Cristo? Pablo nos afirma que la tal persona debe estar controlada por el Espíritu Santo. Llevando este texto a nuestro tiempo podríamos sugerir varios algunos cambios que no dejarán de presentar la misma preocupación y demanda del apóstol, uno de ellos podría ser “no se embriaguen con preocupaciones y afanes materiales, antes sean llenos del Espíritu”. Como vemos no se rompe el sentido del mandamiento del apóstol, antes no los pone de una manera más actual. Pongamos en esta oración lo que nos controla y seguirá teniendo el mismo mensaje que quiso darnos Pablo.
El control del Espíritu Santo a través de la llenura es lo que distingue al hijo de Dios. No es porque se trate únicamente de un mandato que deba ser obedecido (que ya es mucho), sino porque es la única manera en que somos capacitados para tener una vida de victoria y llevar frutos de Gloria para Dios. ¿Quién tiene el control? Es la pregunta que debe con la que debe iniciar nuestro día.

martes, 7 de junio de 2016

LO MAS IMPORTANTE EN TU VIDA

Lucas 11:1-13
“Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?”(v.13)

Los hijos piden… los padres dan. Eso es lo que el Señor menciona en este pasaje. Los hijos piden pan y pescado y los padres se los conceden… “aún los malos padres saben dar buenas dádivas a sus hijos” afirma el Maestro.
Ciertamente los padres ofrecen lo que sus hijos necesitan y si esto viene con sentido de urgencia tendrán una mayor disposición para hacerlo. No siempre los hijos piden teniendo ese sentido de consideración, como tampoco no podemos negar que existen padres que carecen de sabiduría y dan lo que no deberían a sus hijos. 
Es en este contexto de pedir y dar que el Señor Jesús nos llama la atención a los que somos hijos de Dios; ¿qué es lo más importante para nosotros? ¿qué es lo que deberíamos de pedir? ¿qué es lo más grande que nuestro Padre tiene para nosotros? El Maestro no se va por la tangente… él lo sabe, la necesidad más grande que tiene el hombre es el Espíritu Santo, es lo más importante e indispensable para que la vida de un hijo pueda alcanzar una completa plenitud. Entonces afirma: “el Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan”.
La llenura del Espíritu Santo es lo más importante para todo hijo de Dios. Debemos anhelarla cada día y pedirla con total certidumbre que nos da la fe… “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?”

lunes, 6 de junio de 2016

PODER

Hechos 1:1-11
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (v.8)

Necesitamos poder. Lo necesitamos a causa de la tarea que tenemos: ser testigos. Siguiendo las indicaciones del Señor, la iglesia debía de ser testigo en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Los primeros respondieron a la tarea y lo fueron hasta lo último de la tierra que les tocó vivir, nosotros… aún tenemos nuestra tarea pendiente.
Jesús le prometió el poder del Espíritu Santo y se los entregó. A lo largo de los primeros siglos se ve el enorme avance de la iglesia a partir de la dependencia del poder del Espíritu Santo. Ante un mundo hostil el Espíritu les dio denuedo y señales a fin de que el evangelio penetrara en el corazón de los hombres en una sociedad alentada a una animadversión hace el mensaje de Cristo. Emperadores despiadados, leyes que la marginaron, el pensamiento de la época, y aun la muerte que se levantaron contra el poder del Espíritu Santo no impidieron su victoria y en medio de todo ello la iglesia siguiendo siendo fiel a su llamado: ser testigos de Cristo.
¡Poder del Espíritu Santo! La iglesia lo debe reconocer. No hay posibilidades para la iglesia si dejamos de lado nuestra dependencia del Espíritu Santo. Ni el humanismo sea secular o religioso nos dará la respuesta y el vigor para salir adelante en medio de este mundo que cada vez se parece más al contexto en que empezó a surgir el mensaje de Cristo. Hoy, más que nunca se hacen oportunas las palabras del Señor: “Esperen, no hagan nada hasta que haya venido sobre ustedes el Espíritu Santo”. No, no me entienda mal, el Espíritu ya llegó, pero no cometamos el error de ser testigos de Cristo sin el poder del Espíritu Santo.

viernes, 3 de junio de 2016

INSTRUMENTOS

Hechos 9:1-19
“El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel” (v.15).

“Ve porque instrumento escogido me es éste” debió causado un fuerte impacto sobre Ananías. Después de todo el antecedente que había sobre el personaje en cuestión era obvio que cuando escuchó el nombre de la persona a quien tenía que ir a ver levantase serios cuestionamientos sobre la tarea encargada. La respuesta es posible que lo haya tranquilizado, pero Pablo ¿un instrumento escogido?
Nos sorprende cuando escuchamos testimonios de personas que tienen tras sí antecedentes que más parecen un prontuario y que ahora sirven al Señor. Nos maravilla la gracia de Dios que hombres así hayan sido escogidos como sus instrumentos. Sin embargo hay una situación muy fina aquí que nos lleva a una percepción equivocada respecto al hecho de ser instrumentos del Señor. Erramos al pensar que solamente existen cierto tipo de hombres que son llamados o escogidos como sus instrumentos, al hacerlo así buscamos las razones para exoneramos y escapar del llamamiento personal. Incluso nos justificamos diciendo: “¡ah ellos sí porque tienen un testimonio poderoso que compartir!”
La verdad es que Dios podría transformar a la humanidad en un abrir y cerrar de ojos, pero él ha elegido hacerlo por medio de instrumentos humanos. Él quiere y ha de usar nuestras vidas por eso en las Escrituras hallamos una y otra vez textos que buscan advertirnos de esto. Se nos dice que somos embajadores de Cristo (2 Cor.5:20), que somos sus siervos (Ro.6:22) y sus colaboradores (1 Cor.3:9), entre otros, que nos descubren que si aún estamos en la tierra es porque se nos ha escogido como sus instrumentos. La pregunta, luego, es ¿entendemos esto? ¿lo estamos asumiendo? Recuerda que también de ti se dice: “porque instrumento escogido me es éste”

jueves, 2 de junio de 2016

NO DEJAR DE ORAR

1 Tesalonicenses 5:12-21
“Orad sin cesar” (v.17)
 
Un versículo breve con palabras simples y nada incomprensibles dentro del lenguaje cristiano. A esto le podemos añadir el hecho de que es fácil de memorizar. Todo parece estar encaminado para que no nos resulte difícil su comprensión y mucho menos su olvido como una práctica indispensable para nuestras vidas. Sin embargo, algo parece oscurecer nuestro entendimiento y resultamos haciendo preguntas y gastando el tiempo en hallar sus respuestas cuando lo que tenemos que hacer es simplemente no dejar de orar.
“Ora todo el tiempo” aparece en este texto como un imperativo en un contexto en el que el apóstol menciona una serie de recomendaciones que le son indispensables a la iglesia. Valdría la pena que la Iglesia revisara cada una de ellas ya que sus mandatos siguen estando vigentes y su ignorancia no la hace menos desobediente, pero sí ineficiente a causa de pasarlas por alto. Podríamos llamar a esta sección: “Imperativos que la iglesia no debe ignorar”.
Ora todo el tiempo, es sencillamente eso: mantenerse en oración. Es mantener abiertas las líneas de comunión con Dios y no cerrarla tras salir de nuestra cámara de oración. Es no dejar a Dios atrás… en casa, es hacerlo el Compañero del devenir diario de tal manera que como afirmaba el Señor “nada hagamos por nuestra propia cuenta” (Jn.5:19) y que aun nuestras palabras no sean propias sino las del Padre (Jn.14:10). “Orar sin cesar” es en suma el secreto para estar conectados con Dios las 24 horas del día.
¿Quieres a Dios en tu vida? Inicia esta aventura: “ora todo el tiempo”.

miércoles, 1 de junio de 2016

SOLDADO DE CRISTO

2 Timoteo 2:1-10
“Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado” (vv.3-4)
 
La figura de un soldado aporta a nosotros muchas ideas interesantes que aclaran lo que el Señor pide de cada uno de los que son de él.
1. Exclusividad. No se es soldado a la vez de dos naciones. Solamente tomaremos a una. Así no podemos ser soldados a la vez de Jesús y del Diablo… ¡Es imposible!
2. Lealtad. De lo anterior se deduce que se ha de rendir un servicio leal a Aquel que se eligió como Señor. No podemos servir a Dios y al Diablo.
3. Sacrificio. Quien se une como soldado ha de sufrir penalidades. Esto se expresa en un duro entrenamiento que exige cada vez más al cuerpo a fin de que éste pueda estar listo para los duros tiempos de la batalla. La máxima expresión del sacrificio está en la donación de la vida. El soldado ha de dejar la vida en el campo de batalla.
4. Está en la batalla. Ese es su hábitat. Para ello se prepara y allí está su objetivo. Los tiempos de paz si bien son anhelados, pero su razón de ser es estar en la guerra.
Quizás puedas añadir más ideas de las que hemos señalado. El punto sin embargo sobre el cual nos quiere llevar el apóstol, es si éstas han sido formadas en nosotros. Aunque ciertamente muchos de nosotros no somos soldados activos de nuestras naciones, ¿acaso no se nos dice que sí somos soldados activos del reino de Cristo? Y si es así ¿están mínimamente estas ideas reflejadas en nuestras vidas? ¿Somos conscientes que en este mismo momento se está librando una gran batalla alrededor nuestro?
Como las naciones llaman a hombres y mujeres a servir como soldados, así también Dios nos ha llamado a nosotros para ser sus soldados. ¿Aceptas el llamado? Si es así… Empieza a hacer tuyo estos conceptos.