Job 42:1-6
“De oídas había oído hablar de ti, pero ahora te veo con mis propios ojos” (v.5)
Interesante afirmación de Job. Por intermedio de ella confiesa que realmente no conocía a Dios de manera personal sino que su relación con él era a partir de una información que le había venido, la cual nosotros desconocemos, pero que carecía de aquello que ahora sí lo lleva a declarar: “de oídas había oído hablar de ti, pero ahora te veo con mis propios ojos”.
Las palabas de Job nos permiten sacar algunas implicancias que son importantes tomar en cuenta para todo hombre que sinceramente busca a Dios:
- Es posible ser una persona justa y temerosa de Dios sin conocer personalmente a Dios. El primer capítulo revela en palabas de Dios que esta era la cualidad por la que Job destacaba por encima de cualquier otro de sus contemporáneos (Job 1:1-2)
- Es un conocimiento que entrará en crisis frente a los dilemas más profundo que la vida nos plantea. Job mismo ha experimentado esta crisis y la reconoce en el pasaje que consideramos para nuestra reflexión de hoy.
Lo sucedido a Job ilustra una verdad que se afirma de manera clara en el Nuevo Testamento: El hombre necesita más que un conocimiento de oídas para resolver la crisis que le ocasiona el pecado. En las propias palabras del Señor “Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado” (Jn.17:3), expresan la necesidad que el hombre tenga un conocimiento existencial (experimental y vivencial) con el Padre y con él si quiere apropiarse de la vida eterna que le es ofrecida. El conocimiento de oídas que lo ha llevado a la vida piadosa producto de su religiosidad no le servirá de nada pues el hombre en su estado natural no puede heredar el reino de los cielos (Jn.3:3).
Conocer de oídas es insuficiente, necesitas ver a Dios con tus propios ojos para resolver el gran dilema de tu vida. Que esto te lleve a tomar en serio Juan 1:12 que dice: “Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.”
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