jueves, 21 de julio de 2016

PECADO Y PROSPERIDAD


“El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.” (v.13).

El título del devocional de hoy puede llamar nuestra atención. ¿Sugiere alguna relación entre el pecado y la prosperidad? Y sí es así ¿cuál es esa relación?  Nuestro versículo de hoy expresa que esa relación existe y que en este caso específico lleva al hombre a alcanzar un beneficio que el proverbista denomina prosperidad. Ojo, en ninguna manera está invitando al pecado, sino que parte de la condición de un hombre que ya ha caído bajo sus garras y que a partir de esa realidad puede cambiar su condición de desgracia tomando esa oportunidad para su provecho. 
¿Cómo se ejecuta la relación? El proverbista señala un doble proceso: (1) Confesar el pecado, esto consiste en dejar el estado de negación para reconocer una acción como pecaminosa. Requiere humildad para dejar el punto de vista que muchos suelen usar para entrar en un estado de negación y endurecimiento. Confesar es admitir la acción delante de Dios y pedirle su perdón y misericordia. (2) Apartarse del pecado, esto requiere conversión, esto es volver a Dios. Es allí en donde el hombre va a tener su lugar seguro y permaneciendo en él es que halla su prosperidad. 
¿Has caído bajo las garras del pecado? Las cosas no están acabadas… Usa esta situación para tu prosperidad. ¿Crees que no es posible? Entonces pregúntale al Hijo Pródigo (Lc.15:17-20)… he allí a un hombre que convirtió su pecado en prosperidad.  

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