martes, 23 de agosto de 2016

CORTOPLACISTAS

“Los discípulos comenzaron a hablar entre ellos y decían: Seguramente dijo esto porque no trajimos pan, Jesús se dio cuenta de lo que hablaban y les dijo: ¿Por qué habla de pan? ¿Todavía no comprenden? ¿Tienen la mente cerrada?” (vv.16-17).

¿Es posible que Jesús estuviera llamándoles la atención a sus discípulos por el pan cuando días atrás había hecho el milagro de dar de comer a cuatro mil personas? De hecho Jesús les hace esta observación y no sólo ésta sino que además les hace recordar la vez en que dio de comer a cinco mil personas (vv.18-20), para luego terminar con un breve reproche: “¿Cómo aún no entendéis?”
Jesús estaba usando ese tiempo de travesía para darles una enseñanza dirigida a mejorar el carácter de ellos con el propósito de prepararlos para el reino. Le mencionaba lo peligroso que resulta el orgullo para todo aquel que quiere iniciar una carrera con Dios, pero ellos solamente tenían la cabeza para lo material, pensaban en lo que les faltaba para llenar el estómago. Tenían una mentalidad cortoplacista, búsqueda de la satisfacción temporal y eso no les permitía reconocer lo que Cristo quería enseñarles y hacer de ellos.
Leía ahora lo siguiente: “cuando pensamos en la comodidad en lugar del carácter, cuando pensamos en nuestra felicidad y no en nuestra santidad, cuando pensamos en disfrutar de la vida ahora en lugar de prepararnos para la eternidad, estamos atrapados en el pensamiento a corto plazo, y eso es lo que nos impide ver la vida con claridad”. ¿Acaso no está pasando esto en nuestra vida?
Necesitamos soltarnos de la mentalidad cortoplacista. No es la manera en como Dios trabaja en nuestras vidas. Nos vamos a frustrar y deprimir si lo hacemos así, vamos a decepcionarnos incluso de Dios si apostamos por esta mentalidad. Pídele a Dios que te llene de una mentalidad a largo plazo y llénate con la esperanza de que él está trabajando para hacer grandes cosas en tu vida. Qué así sea.

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