Isaías 43:14-28
“No recuerden ni piensen más en la cosas del pasado. Yo voy a hacer algo nuevo, y ya he empezado a hacerlo. Estoy abriendo un camino en el desierto y haré brotar ríos en la tierra seca” (vv.18-19).
“Algo nuevo… y ejecutado por Dios”…. ¡Es maravilloso! Esta es una buena noticia sobre todo si se trata de nuestras vidas.
¿Cómo está tu vida en este instante? Tal vez no sea el mejor momento en tu vida, sin embargo déjame decirte que cuando esta profecía fue mencionada por el profeta, el pueblo de Dios lo pasaba muy mal bajo el yugo de la esclavitud de Babilonia a miles y miles de kilómetros de la ciudad añorada. Así que si estás mal, nunca lo estarás lo suficiente como lo estaban pasando ellos. Es bueno añadir a esta información el hecho que ellos mismos eran responsables de tal condición debido a que “pusieron sobre el Señor la carga de sus pecados y le fatigaron con sus maldades” (v.24). Seguramente también podremos identificarnos con Israel ya que si estamos mal en muchos de los casos somos nosotros los causantes de tan difícil situación.
La buena noticia de Dios para nosotros es que no estamos acabados, que aunque moramos aun en Babilonia el Señor nos va a sacar de allí. ¿Qué se nos pide? No pensar en las cosas del pasado. ¿Qué pueden ser estas cosas? Todo aquello que nos hace sentirnos miserables e indignos de recibir la gracia de Dios. Necesitamos dejar atrás la culpa que nos limita para acercarnos a Dios en una intimidad profunda para recibir nuevamente sus dones. Dejar la vergüenza que nos lleva a pensar que somos indignos de ser restaurados por Dios no solo a la comunión sino también a su servicio. A quienes nos sentimos estancados por esto él nos vuelva a recalcar: “Yo, yo soy el que borró tus rebeliones por amor de mi mismo, y no me acordaré de tus pecados” (v.25). ¿Qué más hace falta para creer que eres libre de tu pasado? Ve y mira, Dios está abriendo un camino en tu desierto y hace brotar ríos en tu tierra seca.
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