1 Corintios 2:6-16
“En efecto, ¿quién conoce los pensamientos del ser humano sino su propio espíritu que está en él? Así mismo nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios. Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo sino el Espíritu que procede de Dios, para que entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido” (vv.11-12)
Pablo nos alienta a buscar conocer los pensamientos de Dios. ¿Por qué vivir limitado por nuestros propios pensamientos si podemos acceder a los pensamientos de Dios? Es una buena pregunta que a pocos nos interesa responder, creo que incluso puede hasta resultarnos una pregunta no válida.
¿Es posible esto? Él nos dice que sí. De hecho él mismo guiado por el Espíritu de Dios está compartiéndonos verdades que constituyen los pensamientos de Dios. Pero, algunos dirán es Pablo, de él se puede esperar que esto le suceda sin embargo con nosotros es otra cosa. Es precisamente por los pensamientos de Dios que él nos dice que también nosotros podemos acceder a estos. Leamos: “Porque, ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
¿Significará qué lo sabremos todo? Pablo dice: “… hemos recibido el Espíritu que procede de Dios, para que entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido”. Creo que esta oración se refiere a todo aquello que Dios considere necesario que tú y yo conozcamos, lo que a su vez será suficiente para nuestras vidas.
¿Qué debemos hacer para alcanzar sus pensamientos? Si ya tienes el Espíritu Santo por haber creído en Cristo ya tienes lo suficiente, sin embargo es necesario por la fe inicies un proceso en el que a través de su Palabra y de la oración te sean reveladas todo aquello que te permita conocer tanto a él como a sus propósitos. Si con devoción nos empeñamos en seguir este camino, al igual que el apóstol alcanzaremos los pensamientos de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario