EL INCOMPARABLE AMOR DE DIOS

Salmos 89:1-5

“Tu amor inagotable durará para siempre; tu fidelidad es tan perdurable como los cielos” (v.2)

“Dios nunca te amará más de lo que te ama ahora mismo. Pero tampoco nunca te amará menos de lo que te ama ahora. Él te ama en tus buenos días. Él te ama en tus malos días. Su amor no está condicionado por tu respuesta. Dios es amor, y su amor es dado libremente. No se puede ganar, y es inmerecido”.

Las líneas arriba son un extracto del devocional de hoy (el que sigue nuestra iglesia). Son preciosas conclusiones que surgen a partir del Salmos 89:2 que enfatiza el carácter del amor que hay en nuestro Dios: es inagotable. Esto significa que Dios no se cansa de amarnos porque su amor dura para siempre, es como una fuente de agua viva, que siempre se mantiene en el nivel óptimo para seguir dando lo que tú y yo necesitamos.

No necesitamos más del amor de Dios porque eso sería hacer menos a Dios. Lo que sí necesitamos es permitirle que nos ame como él quiere hacerlo. Es el error común que cometemos y que por mantenernos en la ignorancia pensamos que su medida de amor ha cambiado para con nosotros. No, Dios no cambia, quienes cambiamos muchas veces somos nosotros y por eso es que nos impedimos disfrutar de la plenitud de su amor.

El amor de Dios es incomparable. Decidamos vivir en la libertad que este hecho significa para nosotros. 

OREMOS: Padre, gracias porque hoy mismo tú me amas con toda la medida de tu amor. Lo creo y lo recibo de parte de ti. En Jesús… Amén.