Mateo 11:25-30
“Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana” (vv.29-30)
Nuestro problema con el estrés tiene que ver con el vivir la vida equivocada. Nuestra forma de percibir la vida y de vivirla es la que termina cargándonos con cosas para las cuales definitivamente no estamos preparados.
¿Por qué no estamos preparados? Sencillamente porque Dios no nos creó para vivir de esa manera. ¿Cómo es esto? Una vez más la respuesta resulta sencilla, el Señor dice: “carguen mi yugo”. ¿Te das cuenta que no se trata de tu yugo sino la de él?”. No te enyugas con Jesús para que lleve tus cargas, sino que dejas tus cargas para llevar las de él. ¿Por qué? Porque las cargas tuyas son innecesarias e inútiles para la vida que Dios te ha llamado a vivir. Cuando hacemos así entonces resulta que el descanso viene a nuestra alma porque ya estamos centrados en aquello que sí tiene valor para el reino de Dios, y nosotros fuimos creados para esto.
Pero, ¿mi trabajo, mi negocio, mi salud? Él te dará descanso cuando llevas su carga y te enyugas a él. ¿Qué debes hacer? Haz como él: cédele los derechos de tu vida, eso se llama mansedumbre; y sigue su liderazgo, esto se llama humildad. ¡Aprendamos a vivir sin estrés!
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