martes, 13 de septiembre de 2016

SUEÑO DEMASIADO GRANDE

“Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea la gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén” (vv.20-21).

¿Pides conocer los sueños de Dios para tu vida? Piensa… ¿Qué tratarías de hacer para Dios si supieras que no fallarías? Tal vez por allí deberíamos empezar, porque recordemos Dios es el que pone en nosotros tanto el querer como el hacer (Fil.2:13).
Nos gustaría tener experiencias como Abraham, Jacob o Moisés, o incluso como la del mismo Pablo, pero no siempre ocurre de esa forma y Dios nos llama poniendo en nosotros un profundo deseo que se agiganta cada vez más de tal modo que se convierte en una carga y luego en una pasión. Cuando ocurre algo como esto, ha llegado el sueño de Dios para tu vida. Sin embargo, éste debe tener otro ingrediente infaltable, es algo grande debido a que el Señor que lo provee es poderoso para hacer cosas inimaginables que revelen su gloria en este mundo en donde todo se ve a la manera del hombre. Su poder actúa en nosotros, afirma el apóstol, más allá de lo que no entendemos y eso nos lleva al último ingrediente infaltable; se requiere que le creamos al Señor, que ciertamente él hará en nosotros aquello que nos ha manifestado en este proceso del querer y el hacer. Si hay fe, entonces nada nos detendrá.
¿Conoces el sueño de Dios para tu vida? ¿Cuán grande es éste? Si no has estado en este asunto, empezar a soñar hará la gran diferencia en tu vida y en el reino de Dios. Ora, busca, cree… Dios tiene un sueño a su medida para ti.

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