martes, 11 de octubre de 2016

ENSEÑANDO CON AMOR

Efesios 4:12-16
“Maduraremos y seremos como Cristo en todo sentido, enseñando la verdad con amor” (v.15)

No es bueno quedarnos como cristianos inmaduros. Si así fuere vamos a perdernos de mucho de los privilegios que nos otorga la condición de madurez. De hecho como afirma el apóstol Pablo la bendición más grande es que seremos como Cristo en todo sentido. ¿Qué quiere decir esto? Que así como Cristo era, también lo seremos nosotros. Personalmente quisiera esto para mí ahorita mismo. ¿Deseas esta bendición para ti? 
Uno de los privilegios es mencionado por el apóstol al finalizar este versículo: “enseñando la verdad con amor”. Hay varias cosas involucradas aquí: (1) una dedicación a la enseñanza; (2) un conocimiento de la verdad que lo hace el motivo de su contenido; y (3) el amor como el agente motivador que origina dicha actividad. Sin duda las tres cosas mencionadas son importantes pero las dos primeras sin la tercera nos niega la bendición de ser como Cristo. Nos volvemos orgullosos, duros e intolerantes si nos quedamos sin el amor.
Empecemos a practicar el amor al enseñar. Examinemos nuestro corazón para ver lo que nos motiva al hablar acerca de la Palabra de Dios. Si ésta nos fue entregada por un Dios de amor ¿por qué tendríamos nosotros que hacerlo con un corazón distinto? La bendición no está en enseñar la verdad, tampoco somos maduros por ello, la bendición es enseñarla en amor… QUE SEAS BENDECIDO EN ESTO AL ABRIR TU BOCA EL DÍA DE HOY.

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