Efesios 2:1-10
“Es Dios quien nos ha hecho; él nos ha creado en Cristo Jesús para que hagamos nuevas obras, siguiendo el camino que él nos había preparado de antemano” (v.10 DHH)
El Señor nos ha dado un nuevo nacimiento y éste es de naturaleza espiritual. El primer nacimiento, el de la carne terminó en un fracaso. Con éste no pudimos conformarnos a los mandamientos de Dios de tal modo que nos condujo a una rebeldía que como afirma el apóstol Pablo llegamos a ser objetos de la ira de Dios. El resultado final fue que terminamos muertos a causa de nuestros delitos y pecados (v.1).
Fue entonces que Dios decidió darnos un nuevo nacimiento. Este nos viene cuando por la fe hacemos nuestra la obra que Jesús hizo en la cruz. No necesitamos añadirle absolutamente nada a lo que ya está hecho, es por gracia, no por obras, y únicamente por medio de la fe. Al responder de tal modo algo poderoso sucede en el hombre, es recreado, es hecho de nuevo y entonces puede ya conformarse a los propósitos de Dios puesto que Él ha dado a esta naturaleza espiritual disposiciones y capacidades que la otra no pudo ejecutar.
Al alcanzar esta nueva condición quedamos listos para poder servirle. Recibimos dones, nuestros talentos son refinados y potencializados, nos es dado incluso amor y compasión para poder ministrar a las personas. Todo lo que recibimos no es para beneficio personal, esto va contra la esencia misma del nuevo nacimiento el cual pone en nosotros la misma disposición de Cristo hacia donarse a los demás.
Si hemos sido formados para servir, bueno es en consecuencia preguntarnos qué es lo que Dios nos ha dado, y luego cómo es que podemos usarlos para poder servir a los demás. Resuelve en oración hacer un inventario de lo que se te ha dado y pide sabiduría para poder administrarlo lo más pronto posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario