lunes, 31 de octubre de 2016

ADORA A DIOS CON TUS OFRENDAS

“Honra al Señor con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas” (Prov.3:9)

Debemos de honrar a Dios con nuestro dinero y posesiones. Hacer esto se constituye para nosotros en un acto de adoración.
La adoración tiene un sentido netamente espiritual, ¿cómo puede convertirse el dinero y las posesiones, que son sinónimos de una vida materialista convertirse en instrumentos para adorar a Dios? En realidad no son estos los que vuelven espirituales, es tu corazón el que se torna espiritual, es lo que llamamos el centro de nuestro ser quien adora y que al donarse a Dios entrega lo más valioso que tiene para decirle a Dios mi dependencia no está en lo material ni en mis fuerzas sino únicamente en ti. Este gesto resulta del agrado de Dios y entonces se constituye en un acto poderoso de honra hacia él. Si queremos decirlo de forma fácil, cuando hacemos esto expresamos nuestra mayor adoración a Dios.
En realidad, Dios no necesita nuestro dinero. Él es el Creador, como tal es el Dueño Absoluto de todo. Pero sí desea nuestro corazón el cual debe estar totalmente involucrado cuando presentamos nuestras ofrendas. 
Déjame decirte una gran verdad que aprendí hoy, “el nervio más sensible en el cuerpo es el que va del corazón a tu billetera”. No es el dinero lo que Dios quiere de nosotros sino Él quiere lo que este representa… NUESTRO CORAZÓN. Adora a Dios con tus ofrendas.

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