viernes, 30 de diciembre de 2016

DURO DE IRRITAR

Proverbios 19:8-12
“El buen juicio hace al hombre paciente; su gloria es pasar por alto la ofensa” (v.11)

“Duro de irritar” sería un título magnifico para una película. El argumento tendría que ver con las diversas situaciones que pasamos en la vida que exaltan a nuestro ánimo, y la forma de mantenernos indemnes al enfrentarlas. El personaje principal que atraviesa todas estas peripecias sin ser afectado daría origen a nuestro título, él sería el “Duro de Irritar”.
Quiero soñar que a alguien se le podría ocurrir una película como esta. Sería una película distinta, ciertamente encontraríamos cierto tipo de violencia, pero estas vendrían únicamente de aquellos que acostumbran a herir a las personas de formas diversas, sin embargo no veríamos respuestas del mismo calibre sino únicamente a un individuo sensato que no pierde los estribos y que busca de manera creativa pagar con un bien un mal, no dejando de esa manera que la ofensa le afecte. 
Con honestidad, nos gustaría tener el rol protagónico, pero que esto no fuera una película sino la vida real. Vivimos en un mundo tan violento (y no me refiero únicamente a la violencia física) que no tiene piedad para herir y dañar a los suyos. Tristemente ocurre también en la iglesia y no necesariamente somos el “duro de irritar” sino los “irritables”. Nos hemos comido la idea que la gloria del hombre está en la medida de la respuesta que des a la ofensa. ¡Qué gran mentira!
Cierto que al llegar al punto de querer ser el “duro de irritar” concluiremos que no podemos lograrlo en nuestras fuerzas. No somos capaces solos, y que bueno que así sea. Entonces reconoceremos la necesidad de dependencia de Dios para hacerlo posible. Solamente Él hace “duros de irritar”. Por tanto no hay motivo para que no seamos el personaje central de nuestra propia vida. Te animo a iniciar en este camino… lo necesitamos.

jueves, 29 de diciembre de 2016

MEMORIA SELECTIVA

Filipenses 1:3-11
“Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes” (v.3)

“Memoria selectiva”. Escuché estas palabras la primera vez dentro de un contexto negativo. Como cuando alguien la usa para acordarse solamente de lo que le conviene y no recordar absolutamente aquello que no le conviene, esto en una situación de discusión. “No me acuerdo de haberte dicho esto… pero sí me acuerdo de esto…”. Creo que nos ha pasado alguna vez algo parecido.
Pablo hace que estas palabras aparezcan en un contexto diferente, y que bueno que así sea. Al dirigirse a los filipenses lo hace con entera gratitud a Dios por el tiempo que pasó entre ellos. Al pensar un poco en su experiencia en dicha ciudad el apóstol solamente conservó lo positivo, no se enfocó en la humillación y golpiza que sufrió en dicha ciudad sino que puso su atención únicamente en los hermanos y en la relación que inició con ellos, la cual con el tiempo se vio fortalecida a pesar de la distancia y la condición en la que él se encontraba (estaba en la cárcel). Él optó por no recordar las cosas dolorosas, en cambio se centró en las cosas por las que podía estar agradecido.
Cierto es que la “memoria selectiva” puede ser usada en las dos direcciones y tenemos que elegir cuál de las dos nos va a rendir mayores beneficios. Podemos acordarnos del mal rato que nos hizo pasar determinada situación o tal persona y quedar profundamente heridos por ello, o decidimos enfocarnos en circunstancias mejores con la misma persona y ser agradecidos a Dios al acordarnos de ellos. Yo quiero lo segundo, porque honestamente en más del cincuenta por ciento de nuestras vidas nos hallaremos en situaciones que nos va a ocasionar heridas. Tendré memoria selectiva y la usaré para decir como el apóstol: “Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes”. ¿Qué es lo que harás tú?

miércoles, 28 de diciembre de 2016

REVALORIZADO POR CRISTO

Lucas.9:21-27
“Si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras, el Hijo del hombre, se avergonzará de él cuando venga en su gloria y en la gloria del Padre y de los santos ángeles” (v.26)

Tal vez cuando el Señor dijo estas palabras estaba anticipando la situación incómoda que sus discípulos tendrían que pasar al ser consultados por ciertos temas que son de interés popular y en donde las respuestas que se tienen que dar van contra la opinión o creencia que tiene la mayoría y las que de alguna manera los ponen en la disyuntiva de mantener o no su integridad.
No podemos ignorar que a lo largo de la Historia los cristianos han sido puestos entre la espada y la pared por mantener convicciones contrarias al mundo. Hoy mismo somos confrontados por nuestra postura por temas como “identidad de género” o “la unión civil”, y que como resultado del mantener una posición bíblica nos hallamos siendo tildados de homofóbicos, retrógrados y de fanatismo. Para algunos la opción de quedarse callados y tomar una vía diplomática que no genere antipatías es una tentación, después de todo para qué hacernos odiosos. 
Es grato saber que lo más importante está en el valor que Cristo tenga que darnos en el día postrero. Ceder a este tipo de posturas es avergonzarse de él y su palabra por lo que no es una opción viable para el discípulo de Cristo ir por ese camino. Por eso no temas al menosprecio del mundo, hay quien nos revalora y ese es Jesús, eso es suficiente.

martes, 27 de diciembre de 2016

DIOS TE LIBRA DE TU PASADO

Isaías 43:14-28
“No recuerden ni piensen más en la cosas del pasado. Yo voy a hacer algo nuevo, y ya he empezado a hacerlo. Estoy abriendo un camino en el desierto y haré brotar ríos en la tierra seca” (vv.18-19).
“Algo nuevo… y ejecutado por Dios”…. ¡Es maravilloso! Esta es una buena noticia sobre todo si se trata de nuestras vidas.

¿Cómo está tu vida en este instante? Tal vez no sea el mejor momento en tu vida, sin embargo déjame decirte que cuando esta profecía fue mencionada por el profeta, el pueblo de Dios lo pasaba muy mal bajo el yugo de la esclavitud de Babilonia a miles y miles de kilómetros de la ciudad añorada. Así que si estás mal, nunca lo estarás lo suficiente como lo estaban pasando ellos. Es bueno añadir a esta información el hecho que ellos mismos eran responsables de tal condición debido a que “pusieron sobre el Señor la carga de sus pecados y le fatigaron con sus maldades” (v.24). Seguramente también podremos identificarnos con Israel ya que si estamos mal en muchos de los casos somos nosotros los causantes de tan difícil situación.
La buena noticia de Dios para nosotros es que no estamos acabados, que aunque moramos aun en Babilonia el Señor nos va a sacar de allí. ¿Qué se nos pide? No pensar en las cosas del pasado. ¿Qué pueden ser estas cosas? Todo aquello que nos hace sentirnos miserables e indignos de recibir la gracia de Dios. Necesitamos dejar atrás la culpa que nos limita para acercarnos a Dios en una intimidad profunda para recibir nuevamente sus dones. Dejar la vergüenza que nos lleva a pensar que somos indignos de ser restaurados por Dios no solo a la comunión sino también a su servicio. A quienes nos sentimos estancados por esto él nos vuelva a recalcar: “Yo, yo soy el que borró tus rebeliones por amor de mi mismo, y no me acordaré de tus pecados” (v.25). ¿Qué más hace falta para creer que eres libre de tu pasado? Ve y mira, Dios está abriendo un camino en tu desierto y hace brotar ríos en tu tierra seca.

viernes, 23 de diciembre de 2016

SUFRIMIENTO REDENTOR

2 Corintios 1:3-11
“Él nos consuela en todas nuestras dificultades para que nosotros podamos consolar a otros… Aun cuando estamos abrumados por dificultades, ¡es para el consuelo y la salvación de ustedes! Pues, cuando nosotros somos consolados, ciertamente los consolaremos a ustedes. Entonces podrán soportar con paciencia los mismos sufrimientos que nosotros” (vv.4a, 6).

Sufrimiento redentor es un nuevo concepto para mí, y lo será también para ti. ¿En qué consiste? Sufrimiento redentor es cuando pasas por problema o un dolor para el beneficio de otros. Este sufrimiento queda ilustrado en la muerte de nuestro Señor Jesús en la cruz, quien atravesó por dicha situación a fin de que por medio de su muerte recibamos el beneficio de la salvación.
Pablo, el apóstol, considera que todo hijo de Dios experimentará dolores y que al entrar en ellos debe considerarlos como un sufrimiento redentor ya que éste será para beneficio de otros. Ocurrirá que tu peregrinaje por el dolor traerá a ti una gracia de parte de Dios que no debe quedar contigo sino que la debes usarla para ayudar a quienes también pasarán o están pasando por el mismo camino. La idea es que uses el consuelo que recibes de Dios para llevar consuelo a otro que vivirá la misma dolorosa situación por la que tú estás viviendo, ¿quién sino tú está mejor preparando para hacer esto?
Así que en lugar de hundirte en la conmiseración porque otros te han herido, permite que el Señor las cure y luego cual gladiador levántate en victoria y lleva consuelo de parte de Dios a otros. ¡Has que tu sufrimiento sea redentor!

jueves, 22 de diciembre de 2016

UN BUEN COMPORTAMIENTO

2 Corintios 1:12-14
“Nos satisface saber que nos hemos comportado bien, y que hemos sido sinceros con todos, especialmente con ustedes. No lo hicimos guiados por nuestra propia sabiduría, sino con la ayuda de Dios, y gracias a su amor” (v.12)

El buen comportamiento es esencial en la vida de todo cristiano. Dios nos ha llamado para resplandecer como luminares en este mundo lleno de tinieblas y eso únicamente será posible si mantenemos un buen comportamiento.
Sin embargo tenemos un gran problema: no sabemos cómo comportarnos y si lo sabemos no somos capaces de poder encarnarlo. Existe aún una ignorancia acerca de lo que Dios nos exige en cuanto a la manera de vivir tanto fuera como dentro de la iglesia. Tal ignorancia hace que sigamos modelos que tienen cierto tinte moralista pero que no consiguen conformarse a lo que Dios espera de nosotros, algunos de ellos incluso vienen de nuestra tradición denominacional que lo hacen tener un cierto aroma de sagrado pero a eso es todo lo que llegan. Por otro lado cuando por fin abrimos a nuestros ojos a lo que las Escrituras nos modelan en cuanto a esta área, hallamos que sea nuestro temperamento, carácter o personalidad terminan jugándonos una mala pasada de tal manera que clamamos como Pablo, “Miserable de mí”.
Nuestro texto de hoy tiene precisamente el llenar ambas limitaciones que atentan contra nuestro buen comportamiento. Pablo está entusiasmado por el nivel que ha alcanzado en cuanto a esto y nos comparte cómo lo hizo: “No lo hicimos guiados por nuestra propia sabiduría, sino con la ayuda de Dios, y gracias a su amor”. Dos elementos claves son resaltados en estas breves palabras: (1) La sabiduría divina, no podemos esperar un comportamiento que agrade a Dios y que sea de impacto si éste no procede de las Escrituras. No humanismo, tampoco tradicionalismo, sí sabiduría divina que nos viene por medio de la Palabra de Dios; (2) La ayuda o gracia de Dios, todo es posible cuando dependemos únicamente de su gracia, cuando levantamos nuestra voz en clamor y decimos “Padre, no puedo, necesito tu ayuda… dame la fuerza para lograrlo”.
Dios quiere que vivamos con la satisfacción de un buen comportamiento. Hoy sabemos cómo hacerlo. ¿Estás dispuesto a trabajar por ello?

miércoles, 21 de diciembre de 2016

PON TUS MIEDOS BAJO CONTROL

2 Corintios 1:3-11
“Él nos rescató del gran peligro de la muerte y nos seguirá rescatando. Pusimos nuestra esperanza en Dios y él nos rescatará de nuevo” (v.10)

Existe un sinfín de situaciones atemorizantes en la vida. ¿Seguramente que ya te has dado cuenta de ello? Incluso estas pueden afectarnos de tal modo que originarán ciertos tipos de fobias en nosotros. Lamentablemente nuestra condición humana en lugar de ayudarnos muchas veces resulta favoreciéndola de tal modo que somos enemigos para nosotros mismos cuando nos encontramos frente a una situación de miedo.
¿Cómo podemos afrontar y poner bajo control nuestros miedos? Debemos de poner nuestra esperanza en Dios quien vendrá a nuestro rescate. Él tiene todo bajo control y como afirma el apóstol, “nos rescató, nos seguirá rescatando y él nos rescatará de nuevo”. Solamente él puede hacerse cargo de nuestras situaciones atemorizantes e inclusive hacer que las peores situaciones contribuyan para nuestro beneficio (Ro.8:28). Creer y confiar en esto será vital para poner riendas sobre esa cabalgadura indómita que resulta el temor para nosotros. Nunca será una vana tarea.
Resolvamos hacer una lista de cada uno de nuestros temores. Llevemos luego todos ellos delante del Señor en una actitud confiada, y por fin observemos lo que Dios hará. Decide poner tus miedos bajo control.

viernes, 16 de diciembre de 2016

COSAS DIFERENTES

Lucas 23:33-43
“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (v.34a)
Comúnmente pensamos que perdón y reconciliación es lo mismo. Entonces tememos perdonar porque asumimos que tenemos que concederle a la otra persona los mismos beneficios que ella tenía antes de ofendernos. Es natural encontrar este recelo en esposas que han sido maltratadas pues obviamente sienten que sería exponerse a un marido violento si al perdonarlos tienen que permitirle que vuelva al seno del hogar, mucho más si él no ha expresado ningún tipo de arrepentimiento. Algo parecido ocurre cuando se tiene que perdonar a la amiga que ha traicionado la confianza siendo infidente pues se infiere que el darle esta gracia significaría tenerla nuevamente en el círculo íntimo. 
No, perdón y reconciliación son dos cosas diferentes en las Escrituras. Ciertamente el Señor perdonó a los responsables de su muerte sin embargo más adelante Pedro en su mensaje a los judíos les dijo que era necesario arrepentirse y convertirse para hallar perdón y reconciliación con Dios (Hch.2:37-39). Al ser conscientes de la gravedad del daño que habían ocasionado al Autor de la Vida, ellos se arrepintieron, hicieron restitución y por último iniciaron una relación de fidelidad al Señor que les hizo confiables en su presencia.
Quienes hemos ofendido debemos de entender este proceso. Es verdad que cada caso es distinto, sin embargo, no podemos soslayar la necesidad de cumplir con seriedad estos requisitos si deseamos reconciliación. No digas que no has sido perdonado si notas aun recelo en tus hijos o esposa, sí, ellos lo han hecho, lo que pasa es que ahora debes trabajar para que se restablezcan las relaciones y desaparezcan toda esa sombra de desconfianza que han generado tus acciones pasadas. Por otro lado si eres el que ha sido ofendido, no temas perdonar, esto hará que se abra el camino a una futura reconciliación a la cual sin duda todos hemos sido llamados. Que la gracia del Señor nos ayude en todo esto.

jueves, 15 de diciembre de 2016

"NO SABEN LO QUE HACEN"

Lucas 23:33-43
“Jesús dijo: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». Y los soldados sortearon su ropa, tirando los dados” (v.34)

“¿No saben lo que hacen?… Señor… ¿de veras no saben lo que hacen?”. Es la pregunta que me he hecho cada vez que me encuentro con este versículo. No puedo evitar hacerlo una vez más, pero esto para que juntos le encontremos el sumo valor a lo que el perdón significa.
Hay dos hechos aquí. El primero es que quienes eran actores de los acontecimientos relacionados con la muerte de Jesús eran totalmente conscientes de lo que estaban haciendo. Estaban matando a un inocente y lo hacían con tal saña que incluso al injusto juicio le estaban añadiendo un vituperio ya innecesario. ¿Inocentes de la crueldad con la que estaban sometiendo al Señor? ¡No… sabían lo que hacían!
Sin embargo, hay otra lectura del mismo hecho, la de Jesús, y es la que es necesaria comprender para poder otorgar el perdón a quienes sí son “conscientes de lo que están haciendo”. No pretenderé ver los hechos tal como Jesús lo vio para no hallar culpables a los que a simple vista lo eran, esto sería pretencioso, pero creo que estarás de acuerdo conmigo en reconocer que había misericordia en sus ojos para que de alguna manera muy a la de Dios “nublara” su mirada para no ver lo que tú y yo vemos cada vez que nos hallamos con este texto. Sí, debe haber sido algo como esto para que pusiera su mirada en los cielos y le dijera a su Padre: “Perdónalos, porque no saben lo que hacen”.
Cuando nos hallamos con gente que nos ofende y hiere la primera cuestión que nos causa dolor y nos cuesta perdonar es porque no son inocente…saben lo que nos estaban haciendo, por lo menos en muchos de los casos. Entonces, éste es el hecho que definitivamente nos marca e impulsa a alimentar el dolor mientras que a su vez cerramos la puerta al perdón con siete llaves. ¿No será acaso que también debemos adoptar la mirada del Señor? ¿No sería bueno que la misericordia que viene de lo alto nuble nuestros ojos para que también nuestro corazón esté más dispuesto a conceder gracia que perdona? 
¿Fácil? ¡No! Pero el otro camino, el del corazón no perdonador, el del resentimiento y la amargura,… es mucho más difícil. Así que cuando tienes que perdonar a los que “sí saben lo que hacen” toma el ejemplo de tu Señor, después de todo ¿no eres cada día objeto de su perdón?

miércoles, 14 de diciembre de 2016

RECONCILIACIÓN O RESOLUCIÓN

1 Timoteo 2:1-10
“Hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (v.5)

¿Cuál debería ser nuestro enfoque, buscar la reconciliación o la resolución? El primero apunta a restablecer relaciones que han sufrido cierto grado de ruptura, lo segundo a resolver cada asunto que motiva la ruptura de las relaciones.
¿Cómo resolvemos nuestros asuntos? La clave está en que nos pongamos de acuerdo con el otro, pero ¿es posible estar siempre de acuerdo en todo con el otro? Quienes estamos casados por más de dos décadas somos testigos de que es imposible que esto ocurra por múltiples factores, algunos de los cuales tienen que ver con el hecho de que hombres y mujeres somos muy distintos. Así como el escenario matrimonial, existen otros muchos que nos confirman la imposibilidad que vivamos en un mundo en el que todos estemos de acuerdo.
¿No propician estos desacuerdos que vivamos en una situación de ruptura constante? Claro que sí, entonces ¿no es esto un indicador que deberíamos ocuparnos de la resolución y no de la reconciliación? ¡No! Primero porque esto sería una tarea interminable y agotadora, pero lo más importante es porque podemos llevar una relación agradable con el otro sin estar de acuerdo en todo. Podemos aprender a estar en desacuerdo sin ser desagradables. ¿Cómo? Siendo sabios y buscando ser más como Jesús, de hecho cuando te concentras en la reconciliación te le pareces porque él básicamente fue alguien que buscó la reconciliación. 
Así que la próxima vez que tengas conflictos, procura la reconciliación, establece la paz, pon puentes y no cercos entre tú y el otro. Actúa con madurez, todavía puedes estar en desacuerdo y ser una persona agradable.

martes, 13 de diciembre de 2016

BUSCANDO CULPABLE

Colosenses 3:5-9
“Ahora abandonen también todo esto: enojo, ira, malicia, calumnia y lenguaje obsceno” (v.8).

La lectura devocional de hoy me llevó a este texto y a un tema que nos resulta difícil de tomar entre nuestras manos y por consecuencia se constituye en el mayor destructor de las relaciones interpersonales: la culpa. 
Cuando en las relaciones interpersonales surgen los problemas, lo primero que hacemos es buscar a los culpables y nos enfocamos en una guerra fratricida para hallar a los responsables en vez de ocuparnos en solucionar el problema. ¿No te has dado cuenta de esto? Lo lamentable en todo esto es que lanzamos todo nuestro arsenal de misiles destructivos para que en toda esta situación los otros sean encontrados en falta y nosotros libres de polvo y paja. Les lanzamos andanadas de enojo, ira, malicia, calumnia y todo lenguaje obsceno (me atrevo a pensar que los santos también los tenemos pero lo maquillamos con un tinte de piedad) hasta que por fin matamos al hermano. Lo curioso de todo esto, es que nos sentimos satisfechos de hacer todo esto. ¡Qué!
¿Es esto el modelo bíblico? Definitivamente que no. ¿Sabes que ocurre cuando buscas culpables? Primero haces uso de ese arsenal que terminará explotándote en tu rostro (Dios hará que así suceda), pero eso no es lo más grave para ti, lo más perjudicial es que te conviertes en juez de tu hermano y ¿quién eres tú para hacer esto? ¿Eres mejor que Dios que conoce no solamente el corazón de tu hermano sino también lo que motiva al tuyo para culpar a otros? Así que en lugar de gastar energía emocional y espiritual buscando culpables, ¿por qué mejor no nos ocupamos del problema? Que grato es cuando dos esposos gastan sus energías en solucionar el problema en vez de culparse el uno al otro, cuando padres e hijos hacen lo mismo, o en la iglesia se sigue la misma dinámica. Oro para que en vez de buscar culpables, busquemos juntos solucionar nuestros problemas. Unámonos en este mismo propósito.

lunes, 12 de diciembre de 2016

LIBERÁNDONOS DEL TEMOR

2 Timoteo 1:3-9
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de domino propio” (v.7)

No todos enfrentamos las situaciones difíciles del mismo modo. Mientras algunos retroceden atemorizados y se mantienen paralizados como si una fuerte soga invisible les impidiera moverse, otros dan pasos al frente y logran salir victoriosos levantando la cabeza decapitada de su vencido enemigo. 
Al parecer la vida cristiana por su naturaleza nos ofrece mayores gigantes que vencer y por causa de dichas situaciones, convenientes son las palabras del apóstol Pablo a Timoteo quien también había sucumbido frente al temor. El joven Timoteo necesitaba saber que Dios le había dado todo lo que necesitaba para liberarse de las ataduras de los miedos que le impedían desarrollar la obra encomendada. 
Frente al miedo que nos acobarda, tres poderosas armas se levantan a nuestro favor: poder (valor – fuerza); amor, ese perfecto amor del cual el apóstol Juan dice que echa fuera el temor (1 Jn.4:18); y por último el dominio propio que nos mantiene no solo firmes sino dando pasos al frente; son los recursos dados por Dios para que por fin caigan las pesadas cadenas que nos mantienen tímidos y medrosos.
¿Qué situación te atemoriza en este momento? ¿Hace cuánto tiempo te mantiene a raya en un rincón? ¿Seguirás en dicha condición ahora que sabes que Dios te ha dado recursos para ser libre? Decide que hoy será el momento de liberarte de todos tus temores. Es tu momento.

viernes, 9 de diciembre de 2016

EL COSTO DEL ENOJO

Proverbios 14:26-31
“Los que tienen entendimiento no pierden los estribos; los que se enojan fácilmente demuestran gran necedad” (v.29)

¿Cuánto puede costar un enojo? ¿Puedes pensar en una situación específica en tu vida en que te airaste de forma descontrolada y te extralimitaste en tu comportamiento? ¿Cuál fue el costo que tuviste que pagar por dicha insensatez?
Conocido es que la ira es la mayor destructora de relaciones, y la hace con tal rapidez que ni siquiera nos damos cuenta que ya sucedió. Puede llevarte toda una vida hilando muy fino para construir una relación para que de pronto en un abrupto de necedad la echemos todo a perder. Cada día observamos el alto costo que el enojo trae: hijos que se distancian de sus padres o de sus madres, ruptura de noviazgos, divorcios, largas amistades rotas; son algunos de los altos costos que se tienen que pagar por un enojo descontrolado. 
¿Qué hacer? He aquí algunas preguntas que podrían ayudarnos antes de tomar represalias: ¿Realmente quiero responder? ¿Quiero causar algún argumento innecesario? ¿Realmente quiero actuar como un tonto y perder los estribos? Loable será orar cada día (sobre todo los que somos temperamentales) para que el Espíritu Santo nos de dominio propio a fin de que nuestros labios se cierren cuando nos aprietan ese botón que dice: “responde… descontrólate”. Has de esto tu nuevo comienzo, el enojo ya nos ha quitado demasiado.

miércoles, 7 de diciembre de 2016

LA VERDAD NO SE CAMBIA

Colosenses 1:15-23
“Pero deben seguir creyendo esa verdad y mantenerse firmes en ella. No se alejen de la seguridad que recibieron cuando oyeron la Buena Noticia. Esa Buena Noticia ha sido predicada por todo el mundo, y yo, Pablo, fui designado servidor de Dios para proclamarla.” (v.23 NTV).

“Cada tiempo y lugar tiene su verdad”, “mi verdad y tu verdad”, “mi verdad por ahora…. Mañana, ¿quién lo sabe?”. Podríamos mencionar una larga lista de frases parecidas que tienen un denominador común: la verdad ha pasado de moda… ya no es bienvenida.
Como creyentes en Cristo no nos debería asustar esto, ¿qué podemos esperar de los hombres, a quienes el Diablo ha entenebrecido la mente? A lo largo de la Historia de la Humanidad la irracionalidad mundana ha sido etiquetada como racionalidad, es decir se ha tomado como verdad irrefutable. ¿Estamos en el ocaso de la Historia? No, repetimos ciclos porque los hombres nunca aprendemos. Lo lamentable de todo esto, es que la verdad también ha dejado de ser bienvenida al interior de nuestras iglesias. ¿Debería sorprendernos? Tampoco, pues ya en el seno del pueblo de Dios, sea Israel o en algunos sectores de la iglesia primitiva, también la verdad fue rechazada. Nos sorprende sí la forma descarada en que esta es proclamada y alentada.
En este escenario, es importante tomar las palabras del apóstol: “sigue creyendo en la verdad y mantente firme”. Si te das cuenta los cristianos somos personas de “convicción” y porque tenemos este carácter es que somos inamovibles e inconmovibles, tal como lo es también la verdad que creemos… la verdad del Evangelio. En medio de tantos discursos que avergüenzan a la Iglesia del Señor, hagamos que las palabras de Pablo hallen eco en nuestras vidas. No quiero invitarte a algo nuevo, es algo antiguo…. “sigue creyendo en la verdad y mantente firme”. Espero que tu respuesta sea… “Amén”.

martes, 6 de diciembre de 2016

TRATA BIEN A LOS DEMÁS

Santiago 3:13-18
“La sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera” (v.17).

¿Cómo tratas a los demás? No dirijo esta pregunta a tu forma de tratar a las personas que tienen un proceder agradable y correcto, sino a quienes tienen un comportamiento totalmente opuesto al antes señalado. Cuando tienes a personas que echan todo a perder, que pecan y fracasan, ¿cuál es el trato que tienes para con ellos?
Lo sabio y prudente sería alejarse de ellos y así poder evitar los malos ratos que nos hacen pasar. Otro consejo que va con las mismas características es confrontar de forma altisonante y tosca a esta gente para hacerle notar lo desagradable que no resulta su forma de proceder. Probablemente estas palabras serían las que escucharíamos de alguien a quien le haríamos la pregunta que inicia nuestro devocional de hoy. ¿Acaso ambos criterios no tienen su correspondiente lógica y sentido común? ¿No es lo más razonable hacer esto?
Sin embargo, Dios nos va a mostrar un camino distinto. Nos muestra el camino que él usa para con nosotros: “el del buen trato”. ¿Qué significa esto? Santiago lo describe detalladamente: La pureza, la paz, la bondad y mansedumbre, la compasión, buenos frutos (por sí acaso se olvida de mencionar otros de las características anteriores), la imparcialidad y la sinceridad; en resumen: “un buen trato”.
Pero…” ¡Yo no estoy de acuerdo con esto!” En realidad no creo que seamos honestos en este desacuerdo, porque lo que realmente estamos diciendo es: “¡No estoy de acuerdo con que Dios tenga un buen trato conmigo a pesar de que no me merezco ser tratado así!” Sí, así como el Sabio Dios nos trata cuando no lo merecemos, así también quiere que tratemos a quienes probablemente tampoco se lo merecen. Mi amado hermano, mi oración es que esto tenga apertura en tu corazón y desde hoy empecemos a caminar teniendo un buen trato con los demás.

viernes, 2 de diciembre de 2016

ENFOCADOS EN DIOS

Filipenses 4:1-7
“No se aflijan por nada, sino presénteselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también. Así Dios les dará su paz, que es más grande de lo que le hombre puede entender; y esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús” (vv.6-7).

Cuando perdemos el enfoque nos vamos a sentir agobiados. Nos desenfocamos cuando levantamos nuestras prioridades y entre ellas no está Dios, y sí lo está, es solamente una entre tantas. 
Las consecuencias al caminar de esta forma se manifestarán prontamente y se expresarán a través del afán. Te sentirás tan agobiado que afectará profundamente tu estado de ánimo al punto de la angustia y la ansiedad. Tal condición es un grito a voces que te dice “has perdido tu enfoque… Dios lo ha dejado de ser hace mucho tiempo”.
Pablo nos dice de parte de Dios que necesitamos volver a enfocarnos. ¿Cómo hacemos esto? Vamos a Dios a través de la oración. El ir a Dios es más que entregar una lista de pedidos para que te los resuelva. No, no es eso lo que te dará paz, es su Presencia, es el descubrir Quién es Él lo que hará que experimentes una paz que va más allá de todo entendimiento. ¿Te das cuenta que se trata de volver a enfocarte en Dios?
De lo que se trata entonces, es de volver a enfocarte, reconocer que Dios es todo lo que necesitas. Que como afirmaba el salmista “no existe otro bien fuera de él” (Sal.16:2). Ahora, podemos evitarnos estas situaciones de afán si adoptáramos como una cuestión cotidiana el estar enfocado en él, es decir si rendimos nuestras vidas al control del Espíritu. No necesitaríamos llegar a condiciones calamitosas para volver a entender que el Señor es lo primero. Muchos estamos en este desafío, es mi oración que tú lo inicies a partir del día de hoy. Decídete.

jueves, 1 de diciembre de 2016

NO HAY DESCANSO SIN MANSEDUMBRE Y HUMILDAD

Mateo 11:25-30
“Aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para su alma” (v.29b)

Hay promesas que resultan agradables a nuestros oídos… hasta que nos mencionan las condiciones. Sin lugar a dudas esto de experimentar una vida de descanso, sin cargas ni estrés, es el don más preciado para quienes vivimos en esta generación. Siempre lo ha sido pero hoy ya no podemos callarlo, hoy lo pedimos con un sentido de urgencia, lo queremos para ayer.
Con todo, ¿estamos dispuestos a aceptar las condiciones que nos pide el Señor? Sí, porque hay condiciones y no son fáciles de ejecutarlas. ¿Qué se nos demanda? Aprender de él mansedumbre y humidad, con un alto grado de dificultad porque tienen que ser de corazón. Muy pocas veces el Señor destacó cualidad alguna de carácter en relación a él, pero al tratar de señalarnos cómo nuestra alma halla descanso, mencionó que él era manso y humilde. ¿Por qué lo haría? Creo que la razón está en que fueron precisamente éstas las que le permitieron hallar su descanso en el Padre y ellas son también las que nos harán descansar en él.
Necesitamos aprender mansedumbre y humildad. No es una tarea sencilla porque no solamente no somos proclives a ambas virtudes, sino que además nuestro mundo nos alienta a lo contrario. Lejos de alentar la mansedumbre se nos pide ser agresivos y violentos, en vez de ser humildes se nos dice que tenemos que ser arrogantes. Pero… ¿acaso no estamos en aprietos por causa de seguir el modelo mundano? 
Decide hoy tomar un camino distinto. Aprende mansedumbre y humildad de corazón. ¿Cómo? Intensifica tu comunión con Cristo, camina con él, mira sus actitudes y acciones, luego pide ayuda al Espíritu Santo que estas cosas también lo haga en ti. En la medida que esto ocurra notarás que algo distinto va ocurriendo en tu vida. Sí… hallarás descanso para tu alma.

miércoles, 30 de noviembre de 2016

VIVIENDO SIN ESTRES

Mateo 11:25-30
“Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana” (vv.29-30)

Nuestro problema con el estrés tiene que ver con el vivir la vida equivocada. Nuestra forma de percibir la vida y de vivirla es la que termina cargándonos con cosas para las cuales definitivamente no estamos preparados. 
¿Por qué no estamos preparados? Sencillamente porque Dios no nos creó para vivir de esa manera. ¿Cómo es esto? Una vez más la respuesta resulta sencilla, el Señor dice: “carguen mi yugo”. ¿Te das cuenta que no se trata de tu yugo sino la de él?”. No te enyugas con Jesús para que lleve tus cargas, sino que dejas tus cargas para llevar las de él. ¿Por qué? Porque las cargas tuyas son innecesarias e inútiles para la vida que Dios te ha llamado a vivir. Cuando hacemos así entonces resulta que el descanso viene a nuestra alma porque ya estamos centrados en aquello que sí tiene valor para el reino de Dios, y nosotros fuimos creados para esto.
Pero, ¿mi trabajo, mi negocio, mi salud? Él te dará descanso cuando llevas su carga y te enyugas a él. ¿Qué debes hacer? Haz como él: cédele los derechos de tu vida, eso se llama mansedumbre; y sigue su liderazgo, esto se llama humildad. ¡Aprendamos a vivir sin estrés!

martes, 29 de noviembre de 2016

PON FIN AL ESTRES

Mateo 11:25-30
“Vengan a mi todos ustedes, los agotados de tanto trabajar, que yo los haré descansar” (vv.28)

“Estrés” es el termino moderno que usamos para el agotamiento del alma o para el alma sin descanso. Aunque esencialmente el alma no halla descanso por causa del pecado, reconocemos que existen también otros factores que la hacen entrar en un desasosiego tal que nos hace recordar principalmente a los cristianos que debemos de volver al Señor para recuperar el descanso que una vez alcanzamos en él y que nos es un ofrecimiento que nos debe acompañar a lo largo de nuestra vida.
La clave para poner fin el estrés está en ir a él y permanecer junto a él. En otras palabras trata de una relación personal y no de una fórmula con pasos que seguir. Necesitamos enfatizar esto porque hay quienes comienzan a sustituir esta relación con religiosidad y entonces se alejan del descanso que sí le es propicio al que privilegia y crece en su relación personal con el Señor. El salmista lo llamaba a esto “deleitarse en Jehová” (Sal.37:4).
¿Qué tenemos que hacer cuando el estrés se nos acumula? Primero, reconocer que éste nos está dando una señal de alarma acerca del hecho de que nuestra relación con el Señor está pasando a un segundo plano, hemos levantado sustitutos; y luego, debemos darnos prisa para fortalecer nuestro caminar con él. Al hacerlo así, él pondrá fin al estrés. Tú decides.

lunes, 28 de noviembre de 2016

¿SI VAS A AMAR? ¡HAZLO AHORA!

Proverbios 3:27-32
“No dejes de hacer el bien a todo el que lo merece, cuando esté a tu alcance ayudarlos. Si puedes ayudar a tu prójimo hoy, no le digas: “Vuelve mañana y entonces te ayudaré» (vv.27-28).

Necesitamos dar una respuesta honesta a la siguiente pregunta: ¿Cuándo es el mejor tiempo para amar?
Tal vez digas: “No es una pregunta en la cual tengo interés alguno de responder… no me compromete”. ¿Estás seguro que no te compromete? Lo cierto es que estás tan comprometido en esto aunque grites a voz en cuello que no es un asunto en el que estés interesado.
Cuando el Señor Jesús resumió la Ley y los Profetas en Mateo 22:37-39 en realidad nos estaba diciendo en que la vida consiste en AMAR. Hemos sido creados para amar y será amados al punto que si no lo hacemos atraeremos grandes perjuicios a nuestra vida. Quizás te sea suficiente pensar en un conocido para ilustrar esta verdad, puede ser que ni siquiera sea necesario ir buscarlo fuera de casa ya que lo tienes en la imagen que proyectas cuando estás frente a un espejo.
Este proverbio nos llama la atención a hacer un bien a todo el que lo merece. ¿Qué bien? Hay que brindarle amor. ¿Cuándo? Ahora mismo. ¿A quién? A todos, porque no existe uno quien desde la perspectiva de Dios no lo merezca. “No, pero es que usted no sabe con qué persona estoy tratando”. Te aseguro que sí sé, pero esto no es lo más importante, lo más importante es que Dios lo sabe y él quiere que lo ames. 
Sabes, el amor es liberador. Libera al hermano, pero además Dios lo ha diseñado de tal manera que cuando lo otorgas también termina liberándote a ti mismo. Así que ¿por qué no empezar ahora mismo? ¿Si vas a amar? ¡Hazlo ahora!

viernes, 25 de noviembre de 2016

AVANZA EN CONFIANZA

2 Corintios 1:3-11
“Amados hermanos, pensamos que tienen que estar al tanto de las dificultades que hemos atravesado en la provincia de Asia. Fuimos oprimidos y agobiados más allá de nuestra capacidad de aguantar y hasta pensamos que no saldríamos con vida. De hecho, esperábamos morir; pero, como resultado, dejamos de confiar en nosotros mismos y aprendimos a confiar solo en Dios, quien resucita a los muertos” (vv.8-9).

“Dejar de confiar en nosotros mismos y aprender a confiar en Dios es algo que nos ayudará a salir siempre adelante”. Suele ser una lección que adquirimos cuando al igual como el apóstol nos sentimos oprimidos y agobiados más allá de nuestras fuerzas, sin embargo, no necesariamente debemos de hacer de éste el escenario para guiarnos de este principio de vida.
Después del desastre inicial de la primera pareja en el paraíso, todos hemos venido con un virus de origen que nos orienta hacia la independencia. Tomamos decisiones, usamos todas nuestras energías para luego sentirnos frustrados pues nuestros gigantes siguen allí. Ya en ese estado, por eso que Dios no nos ha quitado, de pronto nos acordamos que Él está para ayudarnos a salir adelante. Entonces acudimos pero más como un plan de emergencia que como cuando en tu vida se ha desarrollado una habitual confianza en Él.
¿Por qué no avanzar en la vida a la vez que nuestra confianza en Dios se va incrementando más cada día? ¿No traería a nuestra vida un mayor beneficio? Piensa en la paz y el gozo que esto nos reportaría. No tenemos que afrontar fatiga o presión todo el tiempo, esto no es natural, lo aprendimos al confiar en nosotros mismos. Ahora pues, siendo que esto no es saludable, tomemos la decisión de aprender a confiar en Dios. Mi invitación: avanza en confianza.

jueves, 24 de noviembre de 2016

MENOS ES MEJOR

“Todo me está permitido, pero no me dejaré que nada me domine” (1 Cor.6:12)

Este es un principio que hemos pasado por alto en nuestro servicio al Señor. Se expresa en no saber decir “no” y aceptar todo lo que nos pidan hacer. En nuestro amor a la obra del Señor sentimos que no podemos rechazar todo aquello que se nos ofrece. “El Señor me lo recompensará y me dará fuerzas “es la convicción que nos mueve a decir que “sí” a cada nueva propuesta.
Sin embargo no es sabio llenarnos de tareas, aunque como dice Pablo, “todo nos está permitido”. ¿Por qué no deberías hacer esto? Aquí tenemos que seguir el principio que el mismo apóstol nos entrega cuando habla de la iglesia como un cuerpo. Cada uno tenemos una función específica en el cuerpo y no podemos hacer otra sin afectarnos nosotros y al cuerpo mismo. ¿Podemos imaginar al riñón haciendo las funciones de la vesícula? Aunque pretendamos imaginarlo, esto es imposible.
Entonces, ¿qué tienes que hacer? Concéntrate en aquello que es tu llamado… tu FORMA. Esto puede significar empezar a renunciar a algunas ramas productivas para empezar a dar tus mejores frutos. Cuando haces esto te hallarás siguiendo el principio de la poda del cual habla el Señor en Juan 15. ¡Sin duda darás tus mejores frutos!
“Todo me está permitido, pero no me dejaré que nada me domine”. Me abre la puerta a mis mejores frutos… me dice que “Menos es mejor”. Decidamos tomar este consejo.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

INTUITIVOS

Proverbios 22:1-5
“El prudente se anticipa al peligro y toma precauciones. El simplón avanza a ciegas y sufre las consecuencias” (v.3)

El diccionario afirma que intuir es “Conocer, comprender o percibir algo de manera clara e inmediata sin la intervención de la razón”. Algunos lo llaman el sexto sentido que es como una especie de visión que te permite anticiparte a situaciones que pueden traer desastre a tu vida. Para el prudente resulta en un gran auxilio y de hecho él lo tomará como un recurso en el desarrollo de su vida.
Somos llamados a través de este versículo a tomar precauciones respecto a las decisiones que tomamos. Carecemos de perfección y aunque nuestros planes tengan ese aroma debemos aceptar la invitación de tener algo como un plan B que nos permita lograr las metas que Dios nos ha dado. 
Al leer las Escrituras nos damos cuenta que aun nuestro Dios tiene un plan B, y de hecho tiene hasta un plan Z para los que somos duros de corazón. ¿Recuerdas que ocurrió cuando los hebreos decidieron no entrar a la Tierra Prometida? Pues, Él usó el plan B. Obviamente él no necesitaba de intuición, pero para nosotros será de gran utilidad tenerlo si es que vamos avanzar y no quedar petrificados. Nos evitaría sufrir las consecuencias.
Necesitas intuición espiritual que da el Espíritu Santo, esto nos viene a través de la sabiduría y el discernimiento espiritual. Él nos lo ofrece ahora mismo si con humildad se lo pedimos. SE INTUITIVO.

martes, 22 de noviembre de 2016

NUESTROS LIMITES

Salmos 119:89-96
“He visto que todo en la vida tiene sus límites” (v.96a PDT)

¿Conoces cuáles son tus límites? Y si los conoces ¿qué estás haciendo al respecto? El riesgo de no tomar en cuenta esto es que nos estemos “quemando”, término conocido entre nosotros para señalarnos que estamos entrando en una condición de estrés. 
No lo podemos todo. De hecho el mismo Señor Jesús nos ilustró esta verdad al nombrar a doce personas que le acompañaran a fin de luego enviarles a desarrollar la tarea que el Padre le envió. Si queremos ocuparnos de todo nos agotaremos físicamente, emocionalmente y mentalmente. Y claro, también espiritualmente. Necesitamos reconocer cuáles son nuestros límites.
Esto que es verdad en todas las áreas de la vida se nos hace mucho más necesario para aquellos que trabajamos en la obra del Señor. Nos involucramos con la gente y queremos realmente que sus vidas glorifiquen a Dios y en ese intento queremos convertirnos en el Espíritu Santo, solamente para darnos cuenta que no está en nosotros cambiarlos. No nos corresponde (tampoco podemos), razón por la que debemos reconocer nuestros límites para no acabar estresados. 
Sano sería entonces en esta situación ir delante de Dios y pedirle sabiduría para reconocer nuestros límites y no vivir una vida sobrecargada. Para aquellos que hemos olvidado el gozo de disfrutar la vida, es una tarea que necesitamos hacer con urgencia. Toma tu tiempo el día de hoy.

lunes, 21 de noviembre de 2016

DIOS NO TIENE PRISA

Eclesiastés 3:9-15
“Dios hizo todo hermoso en su momento, y puso en la mente humana el sentido del tiempo, aun cuando el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios realiza de principio a fin” (v.11)

Cierto es que nada impide a Dios hacer las cosas de prisa, nada ni nadie, excepto los hombres. Ojo, esto no sucede porque los hombres pongamos límites a Dios, sino porque él mismo lo considera necesario para nuestro beneficio, así también él terminará siendo glorificado.
Son los fines pedagógicos de Dios los que le hacen no ir de prisa. Él quiere enseñarnos el valor de la espera. A lo largo de mi vida he hallado que son tres las cosas que el Padre me ha querido enseñar a través de la espera: paciencia, fe y sabiduría. Con sinceridad me han resultado difíciles no sólo para entenderlas sino también para incorporarlas en mi vida. Cuando de pronto he sentido que ya han estado en mis manos se me han escabullido entre los dedos. He tenido que echar mano de la promesa de Filipenses 1:6 que dice: “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” para mantenerme firme en este propósito. Por tanto sigo en este aprendizaje.
Si estás pensando que las cosas serán distintas para ti, te animo a mirar las vidas de Abraham, José, Moisés, David,… ¿te das cuenta que son muchos los que tuvieron que esperar el tiempo de Dios? Dios no tiene prisa… mientras tanto aprende aquello que quiere enseñarte. Mi consejo: “Usa tu tiempo para aprender: paciencia, fe y sabiduría”.

jueves, 17 de noviembre de 2016

BENDITA SATISFACCION

Filipenses 4:10-20
“No digo esto porque esté necesitado, pues he aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre” (v.11)

En la vida experimentaremos diversas carencias, algunas más intensas que otras. Como Pablo afirmaremos “estoy en necesidad”. Sin embargo, el mayor problema no parece estar en la necesidad sino en lo que ella ocasiona en nuestro ánimo como producto de una respuesta que ocurre en nuestra alma: la insatisfacción.
Cuando pasamos por carencias sea de la índole que fuere, respondemos con insatisfacción o descontento y eso produce algo que trae devastación a nuestro ánimo. Nuestro espíritu puede ser envuelto en un gran conflicto si es que no detenemos prontamente este estado en nosotros.
¿Cuál es la respuesta para salir victoriosos frente a nuestras carencias? Es la bendita satisfacción. La llamo así porque no se trata de algo que puedes hacer solo, sino que ocurre a partir de tu aprendizaje en tu relación con Dios. Es lo que precisamente nos comparte Pablo cuando dice: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Sí, necesitamos aprender de forma sobrenatural cómo es que podemos ser felices en medio de aquello que no tenemos. No podemos darnos el lujo de ir en nuestro peregrinaje por la tierra siempre anhelando tener la situación perfecta (sin carencias) para recién tener un corazón satisfecho; esto es apostar a una vida desgraciada. 
La bendita satisfacción nos llama a trabajar más en nuestra relación con Cristo que en buscar llenar nuestras carencias. Al lograr éxito en esto, entonces llegaremos al mismo estado que Pablo y no habrá nada que nos devastará. ¿Quieres ser feliz? Ve por el camino de la bendita satisfacción.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

OTRA FORMA DE GANAR ALMAS

1 Timoteo 6:17-19
“Mándales que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras, y generosos, dispuestos a compartir lo que tienen. De este modo atesorarán para sí un seguro caudal para el futuro y obtendrán la vida verdadera” (vv.18-19)

El Señor nos ordena que compartamos lo que tenemos para la extensión de su reino. Es una forma segura en la que atesoraremos para nuestro futuro y obtener así la verdadera vida, es lo que se nos afirma a través de las palabras de Pablo.
No nos es difícil entender este mandamiento, por lo menos no en teoría, aunque en la práctica exista mucha resistencia a su obediencia. Dios dice que debemos de usar nuestro dinero para que a otros se les predique el evangelio y se conviertan al Señor. Es un hecho que cuando damos para el desarrollo del ministerio de la iglesia, para las misiones o a algún ministerio en particular; estamos ayudando a que las almas sean ganadas para Cristo y esta es la inversión más digna a la cual podemos contribuir con el dinero que Dios nos ha dado.
Nos debe entusiasmar la idea que alguien sea salvo a causa del dinero que hemos dado. Creo que no se nos ha ocurrido pensar en esto y de allí nuestra indiferencia al respecto. Lo digo nuevamente, es una buena inversión en ese sentido, pero también lo es en el otro pues resulta en nuestro beneficio y la razón para ello es que estas almas son nuestro tesoro en el cielo. Sí, todos aquellos que son salvos por causa de nuestra generosidad son considerados tesoros a favor nuestro beneficio cuando por fin dejemos esta tierra. 
Que grato es imaginar que alguien en los cielos nos reciba con las siguientes palabras: “Gracias mi hermano porque aun no conociéndome ofrendaste para que yo esté aquí”. Ahora que sabes que hay otra forma de ganar un alma…¿qué es lo que harás?

martes, 15 de noviembre de 2016

USA TUS TALENTOS Y HABILIDADES

1 Corintios 6:12-20
“Fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios “(v.20)

“Honra con tu cuerpo a Dios”. Si bien este texto alude principalmente a las relaciones sexuales pues este es el contexto en el cual aparece, nuestro cuerpo esencialmente no es una máquina sexual, no se dedica únicamente a ello. Esto nos permite implicar el tema que resaltamos en nuestra reflexión de hoy.
El Señor nos ha dotado con talentos y habilidades las cuales debes usarlas para honrarlo. Hay muchas personas cristianas que sinceramente anhelas servir Dios y se dicen: “yo no soy como Pedro o como María” y se quedan paralizadas porque ven en éstos habilidades destacadas para el servicio cristiano. ¡Esto es un error! Si eres de este tipo de creyentes, tú necesitas reconocer que también se te ha dado talentos y habilidades que son únicas y extraordinarias. No tienes que tener las habilidades de un prodigio, solamente necesitas ser un común y corriente que quiere honrar a Dios con lo que tiene.
Sabes, siempre hallarás que Dios está buscando a alguien que posee lo que solamente tú tienes. Aguza tus oídos y lo oirás llamándote. ¿Estás listo a responderle? Haz rápidamente un inventario de todo lo que tienes y espera con atención tu nombre. Seguramente lo escucharás pronto. Usa tus talentos y habilidades… honra a Dios con tu cuerpo.

lunes, 14 de noviembre de 2016

USA BIEN EL TIEMPO

Colosenses 4:1-5
“Utilizando su tiempo de la mejor manera posible” (v.5b)

“Satanás no tiene que llegar a hacerte pecar. Si no puede hacer que seas malo, sólo te mantendrá ocupado”. Sin duda son palabras que nos invitan a reflexionar en cuanto al uso que le estamos dando a nuestro tiempo. Al tomarlas en cuenta nos vemos obligados a preguntarnos por la manera en que estamos usando el tiempo que Dios nos ha dado, y si somos lo suficiente honestos, también vamos a vernos en la necesidad de hacer grandes ajustes respecto a cómo lo utilizaremos de ahora en adelante.
En relación al uso del tiempo, cuántos podemos afirmar como Pablo lo siguiente: “Mi vida no vale nada para mí a menos que la use para terminar la carrera que me asignó el Señor Jesús” (Hch.20:24). Una vida enfocada en la carrera asignada por el Señor es la respuesta para el buen uso de tu tiempo. No importa cuánto valor le puedas dar a aquello que ocupe tu tiempo ahora, pero si no estás enfocado en tu carrera, todo lo que haces no tiene trascendencia para la eternidad; además nos es necesario recordar que esta vida es solamente una preparación para ella.
Al hacer algo con tu tiempo bueno es entonces preguntarte: ¿Lo que estoy haciendo ahora con mi tiempo, importará de aquí en cinco o seis años? ¿Cuánto importará esto en la eternidad? ¡Haz la diferencia! Usa bien tu tiempo, reenfócalo. No hay mejor uso que el invertirlo para cumplir con los propósitos que Dios le ha asignado a nuestras vidas. Empieza entonces poniendo en orden esto y luego entrégate de lleno a dicha tarea. ¡Será el tiempo mejor invertido!

viernes, 11 de noviembre de 2016

SE FELIZ CON TU PROPIA CARRERA

Hebreos 12:1-10
“Por lo tanto, ya que estamos rodeados por una enorme multitud de testigos de la vida de fe, quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante” (v.1 NTV).

“Corre con perseverancia la carrera que Dios te ha puesto por delante”… “Corre tu propia carrera”.
Al entrar a la vida cristiana Dios determina una carrera que debemos de correr. Si bien ésta tiene muchas cosas en común para todos, también tiene situaciones particulares que calza perfectamente en nosotros debido al diseño que Dios nos da. Para ilustrarlo, algunos estamos diseñados para carreras de velocidad, otros para maratón, carrera con obstáculos o a campo traviesa. Así que de acuerdo a esto, el Señor organizará la carrera que tenemos que correr.
El problema es que no nos contentamos con lo que el Señor nos da. Miramos alrededor nuestro y le decimos a Dios: “No es justo, yo quiero correr la carrera de otro”. Entonces, nos detenemos, rezongamos y los más osados empezamos a correr la carrera del otro. Las consecuencias: nos va mal. Pero, lejos de volver a lo nuestro seguimos intentándolo con la de los demás. ¿Sabes cuál es la paradoja en todo esto? Qué somos el mejor corredor que Dios tiene para esta carrera. Sí, porque somos los mejores dotados para correrla. 
¿Cómo resolvemos este asunto? Esto tiene que ver con confianza. Necesitamos confiar en Dios, aceptar que él sabe mejor que nosotros para que hemos sido dotados y no sólo eso sino que además ha diseñado el camino de tal manera que se ajusta a nuestra forma. Con esto en mente podemos descansar seguros de que nuestra carrera no tiene pierde… ¡Vamos a ganar!. El consejo a seguir es: SE FELIZ CON TU PROPIA CARRERA.

jueves, 10 de noviembre de 2016

VIVE CONTENTO

Eclesiastés 6:1-12
“Disfruta lo que tienes en lugar de desear lo que no tienes; soñar con tener cada vez más no tiene sentido” (v.9 NTV)

Al meditar en este versículo no puedo sino seguir afirmando que necesitamos cambiar el chip de aquello que para nosotros significa la vida cristiana. Hemos colocado tanto secularismo en nuestra mente que ha afectado todas las áreas de nuestra vida, y en este caso específico, su consecuencia ha sido negarnos el gozo.
Necesitamos aprender a vivir contento con lo que tenemos, solamente así lo disfrutaremos. Permíteme narrarte algo personal: Cuando era niño recuerdo que me sentía contento con las pistolas de papel que me hacia mi hermano. Lo disfrutaba mucho cuando jugábamos a ser vaqueros del Oeste. Pero, de pronto alguien aparecía con una pistola de esas que se compraban en la tienda y de pronto la mirada ya no se centraba en el juego sino en poseer aquella pistola, “si tan sólo tuviera esa pistola yo podría disfrutar mejor del juego” era lo que pensaba en mi interior. De alguna manera esto nos fue pasando a todos a lo largo de nuestras vidas. Dejamos de disfrutar las cosas que teníamos porque pensábamos que sí tuvieras otras podríamos ser más felices. Así caímos en el descontento y se arraigó en nosotros la incomodidad y la queja. 
¿Ha cambiado esto al venir al Señor? No, porque el contentamiento no es natural, tenemos que aprenderlo, y es allí en donde estamos fallando. Necesitamos aprender a estar contentos con lo que tenemos, a ser agradecidos con lo que el Señor nos está proveyendo el día de hoy para ser personas felices. ¿Significa que no debemos tener metas, deseos o ambiciones? No, debes tenerlas, solamente que no cometas el error de pensar que para estar contento debes poseer lo que ahora no tienes. Por lo tanto sigamos la advertencia del Señor: “Disfruta lo que tienes en lugar de desear lo que no tienes; soñar con tener cada vez más no tiene sentido”.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

UN MODO NUEVO DE SER FELIZ

Romanos 12:10-19
“Gocémonos con los que se gozan y lloremos con los que lloran” (v.15)

¿Quieres motivos para ser feliz? Alégrate de lo que Dios está haciendo en la vida de los demás. Gózate de los éxitos de tu prójimo.
Es nuestra costumbre que el gozo sea producido por algo que nos ocurre a nosotros. Si me aumentaron el salario, si me aprobaron un nuevo proyecto, si saqué una buena nota en el examen, entonces tengo motivos más que suficientes para ser feliz. Pero si me ocurre todo lo contrario, entonces me siento afligido; y al empezar a mirar que a otros les va bien puedo llegar a sentirme amargado con el éxito de los demás. 
Definitivamente es una tragedia llegar a la alegría únicamente cuando las cosas van bien para nosotros. Las cosas no siempre nos irán bien, esto no ocurre con nadie en este mundo, así que si hacemos esto seremos los más miserables en la vida. ¿Qué debemos de hacer? Busquemos una manera que jamás impedirá nuestra alegría: “gocémonos con los que se gozan”. Es la forma en que Dios tiene para mantenernos felices.
¿Cómo podemos hacer esto de forma práctica? Si eres de los que toma tiempo en redes sociales en vez de un “me gusta” de manera mecánica, toma tiempo para informarte de lo que le está pasando a tu amigo, para luego escribirle algo que le haga sentir que estás alegre por lo que le está ocurriendo. Un consejo: no hagas esto sin primero no haber dado gracias a Dios por el éxito del amigo. Y si no usas redes, se creativo para alegrarte con él… ¡Tú puedes hacerlo!

martes, 8 de noviembre de 2016

¡NO TE COMPARES!

Gálatas 6:1-10
“Cada uno debe evaluar sus propios actos y estar satisfecho de sus logros sin compararse con los demás” (v.4)

“¡No te compares!” La comparación no es buena para la salud espiritual, así que si lo haces, pierdes. 
Veamos tres razones por la que la comparación no es buena para tu salud espiritual:
PRIMERA RAZÓN: porque trae orgullo. Si te comparas con otros y resulta que haces mejor tu trabajo que los demás, de forma sutil el orgullo tomará lugar en tu corazón; el próximo paso será la autosuficiencia que no es sino hacerte independiente de Dios. 
SEGUNDA RAZÓN: porque trae envidia. Si te comparas con otros y resulta que ellos hacen mejor trabajo que tú los vas a envidiar. Como vimos ayer, la envidia es idolatría y por lo tanto es pecado. Te consumirá y serás infeliz.
TERCERA RAZÓN: porque tú eres único. Dios nos ha dado a cada uno “el llevar nuestra propia carga” es decir tenemos un propósito y es nuestra responsabilidad ocuparnos de ello. No tenemos que mirar al costado para definir nuestra tarea sino solamente ocuparnos de hacer bien lo que nos ha sido dado. 
La comparación arruina nuestra vida. En vez de este ejercicio inútil, hagamos lo que Pablo dice: “Cada uno debe evaluar sus propios actos y estar satisfecho de sus logros sin compararse con los demás”. Dios derramará su gracia si te ocupas de esto.

lunes, 7 de noviembre de 2016

¡CUÍDATE DE LA ENVIDIA!

Santiago 3:13-18
“Donde hay envidias y ambiciones egoístas, también habrá desorden y toda clase de maldad” (v.16).

Envidia, ese “sentimiento de tristeza o enojo que experimenta la persona que no tiene o desearía tener para sí sola algo que otra posee”. También, “el deseo de hacer o tener lo que otra persona tiene”. ¿Qué de malo hay en desear hacer lo que otro hace, o de tener lo ellos tienen? ¡Ya la pregunta suena fuera de lugar!
La envidia genera una motivación inapropiada para realizar las cosas, como tal ella envenena nuestro corazón generando desorden y toda clase de maldad. Además ella en sí misma revela ambiciones egoístas ya que por lo general la persona envidiosa busca notoriedad, es decir atraer la atención de los demás hacia uno mismo. El envidioso mira a los demás y dice: “yo podría hacerlo mucho mejor que ellos”, o “él logró esto, pero yo hice esto otro”. Definitivamente su motivación es incorrecta y si no pone coto a esta situación, su ritmo de vida girará siempre sobre sí mismo.
¿Entiendes ahora porque debemos de cuidarnos de la envidia? No podemos mirar a Dios y él no será el motivo de nuestras acciones si la envidia llena nuestro corazón. Necesitamos echarla de nosotros porque no nos permitirá realizarnos como hijos de Dios. Si no la resistimos nos quedaremos sin una correcta relación con Dios, tampoco la podremos tener con los demás, pero lo penoso es que tampoco lo tendremos con nosotros mismos pues nos robará la paz.
LA DECISIÓN DE HOY: ¡Escapa de la envidia… cuídate de ella!

viernes, 4 de noviembre de 2016

HONRA A DIOS CUIDANDO TU CUERPO

1 Corintios 6:13-20
“¿No se dan cuenta que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les fue dado por Dios? Ustedes no se pertenecen a sí mismos, porque Dios los compró a un alto precio. Por lo tanto, honren a Dios con su cuerpo” (vv.19-20 NTV).

¿Qué cuerpo le estás dando al Espíritu Santo? La Biblia dice que Dios determinó darnos al Espíritu Santo y le dijo a él que viviera en nuestro cuerpo haciendo del mismo un lugar para su morada, es decir un templo. ¿Qué tipo de templo le estás dando?
Al leer esta demanda cometemos el error orientándola únicamente al plano sexual, entonces nos cuidamos solamente de no caer en ninguna clase de inmoralidad sexual. Sin embargo el alcance de este mandamiento va más allá de lo sexual, incluye nuestros hábitos alimenticios (v.13), e incluso podríamos añadir otras actividades (sueño, descanso, etc.) que por implicancia le son necesarias a nuestro cuerpo para ofrecer las mejores condiciones al Espíritu de Dios.
¿Te has dado cuenta que muchas veces te encuentras agradeciendo a Dios por un alimento que él no te daría? ¿Le has pedido a Dios que te dé más fortaleza cuando lo que él te está diciendo es “descansa”? No, honrar a Dios con nuestro cuerpo nos debe llevar a ser sabios y honestos para el desarrollo de hábitos consecuentes con esta demanda.
¿Por qué debemos cuidar nuestro cuerpo? Porque por medio de él podemos servir mejor al Señor y esto le trae honra a él. Cuando cometemos excesos lo enfermamos y entonces nosotros mismos nos invalidamos. Tener la disposición para ser usados no nos servirá de nada en tal condición. Empecemos a generar nuevas prácticas… honremos a Dios cuidando nuestro cuerpo.

jueves, 3 de noviembre de 2016

PERMANECER PURO

2 Timoteo 2:14-26
“Si te mantienes puro, serás un utensilio especial para uso honorable. Tu vida será limpia y estarás listo para que el Maestro te use en toda buena obra” (v.21 NTV)

Ser cristiano implica hacer que nuestras vidas sirvan al Señor. Esto constituye ahora no solamente nuestro propósito, sino que tras la conversión, existe un anhelo profundo por ser usado para su causa. 
Pablo nos hace ver como utensilios que están al servicio de su DUEÑO. Afirma que son de diversas calidades y para distintos usos, pero que para ser usados tienen que tener un carácter especial: deben estar limpios. No es de interés la calidad, tampoco el uso que provean, si no están limpios, entonces no son adecuados para ser tomados en cuenta. ¿Acaso usaríamos nosotros un vaso sucio para beber agua?
Permanecer puro entonces es una necesidad para nosotros si queremos ser usados por el Señor. ¿Cómo lo hacemos? Confesamos nuestros pecados cada día a Dios. Tal vez digas “¿Y qué de la vida de santidad?” Sí, debemos de vivirla, pero reconocemos juntamente con Juan (1 Jn.1:8 y 10) que aun nuestro mejor compromiso con una vida de santidad no evitará que pequemos por lo que el mismo apóstol nos indica la necesidad de confesar nuestros pecados a Dios si queremos permanecer puros (1 Jn.1:9; 2:1-2).
Necesitamos entonces un plan diario para resolver mantenernos puros. He aquí uno a modo de sugerencia: Toma un tiempo para sentarte con un cuaderno de notas, y di: “Dios, ¿qué hay de malo en mi vida? Muéstrame. Voy a escribirlo, voy a admitirlo y voy a confesarlo. Entonces cuando Dios te dé una lista, lo escribes. Luego escribes 1 Juan 1:9, y basándote en este versículo di, “Dios, admito esto ante ti. Esto está mal. No lo quiero en mi vida”. Pide a Dios que limpie tu vida. Por último acepta su perdón con un corazón agradecido.
Permanecer puros para ser usados, es nuestro diario desafió. Toma el tiempo necesario para confesar tus pecados… ¡Él te perdonará y limpiará!

miércoles, 2 de noviembre de 2016

INVIERTE EN TU CRECIMIENTO

2 Pedro 3:11-18
“Más bien crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén.” (v.18).
Invierte en tu crecimiento… ¿De qué se trata todo esto?
Es incuestionable que estamos llamados a crecer. Pedro es uno de los apóstoles que nos lo recuerda: “Crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”. Esto significa que nuestro carácter debe conformarse cada día más y más, a la semejanza de Jesús. 
Una manera de cómo lograr esto es que invirtamos en nuestro crecimiento. Al mencionar aquí la palabra inversión me refiero específicamente a dinero. Usted seguramente resistirá una idea como esta, pero sí, estoy hablando de dinero. De hecho no es una idea nueva para usted ya que tienes que invertir en la compra de una buena Biblia. Algunos no necesariamente hacen una elevada inversión económica en una Biblia, sin embargo al comprar una más cómoda ya confirman el hecho de que para crecer necesitamos invertir dinero. 
Siguiendo este principio, usted puede seguir haciendo esto al invertir en buenos libros, al asistir a conferencias y retiros que le ayuden a crecer espiritualmente, o al tomar algunos cursos que contribuyan con la formación de su carácter. Si haces algo como esto para el desarrollo de otras habilidades profesionales, ¿por qué no hacerlo si esto ayudará a tu crecimiento espiritual? 
No permitas que tu prejuicio te juegue en contra. Planea en invertir para tu crecimiento espiritual.

martes, 1 de noviembre de 2016

UN AMOR QUE INVIERTE

Romanos 12:10-15
“Ámense los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros” (v.10).

Son varios los textos que nos demandan a los cristianos a amar a nuestros hermanos. De hecho se hace énfasis a que nuestro amor sea “amor fraternal”, es decir, a un amor que se le prodiga al hermano de sangre. Y ¿cómo ama usted a su hermano de sangre?
Una de las formas en que lo hacemos velando por sus necesidades materiales. Si ellos están pasando por alguna crisis, vamos a estar listos para proveer alimentos o darle una ayuda económica. Seguramente que no nos cruzaremos de brazos para decirles únicamente “estoy orando por ti”. Nuestro amor en tal situación será un amor que invierte.
Pablo habló de este tipo de amor, incluso motivó a la iglesia a su práctica. Él vio en ello un gran beneficio tanto para los que dieron como para los que recibieron, pero por sobre todo el cómo esto honraba el nombre de Dios: “Esta ayuda que es un servicio sagrado no sólo suple las necesidades de los santos sino que también redunda en abundantes acciones de gracias a Dios. En efecto, al recibir esta demostración de servicio, ellos alabarán a Dios por la obediencia con que ustedes acompañan la confesión del evangelio de Cristo, y por su generosa solidaridad con ellos y con todos. Además, en las oraciones de ellos por ustedes, expresarán el afecto que les tienen por la sobreabundante gracia que ustedes han recibido de Dios. ¡Gracias a Dios por su don inefable!”
Hagamos que nuestro amor sea un amor que invierte.

lunes, 31 de octubre de 2016

ADORA A DIOS CON TUS OFRENDAS

“Honra al Señor con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas” (Prov.3:9)

Debemos de honrar a Dios con nuestro dinero y posesiones. Hacer esto se constituye para nosotros en un acto de adoración.
La adoración tiene un sentido netamente espiritual, ¿cómo puede convertirse el dinero y las posesiones, que son sinónimos de una vida materialista convertirse en instrumentos para adorar a Dios? En realidad no son estos los que vuelven espirituales, es tu corazón el que se torna espiritual, es lo que llamamos el centro de nuestro ser quien adora y que al donarse a Dios entrega lo más valioso que tiene para decirle a Dios mi dependencia no está en lo material ni en mis fuerzas sino únicamente en ti. Este gesto resulta del agrado de Dios y entonces se constituye en un acto poderoso de honra hacia él. Si queremos decirlo de forma fácil, cuando hacemos esto expresamos nuestra mayor adoración a Dios.
En realidad, Dios no necesita nuestro dinero. Él es el Creador, como tal es el Dueño Absoluto de todo. Pero sí desea nuestro corazón el cual debe estar totalmente involucrado cuando presentamos nuestras ofrendas. 
Déjame decirte una gran verdad que aprendí hoy, “el nervio más sensible en el cuerpo es el que va del corazón a tu billetera”. No es el dinero lo que Dios quiere de nosotros sino Él quiere lo que este representa… NUESTRO CORAZÓN. Adora a Dios con tus ofrendas.

jueves, 27 de octubre de 2016

TU CENTRO

2 Corintios 5:11-21
“El amor de Cristo nos controla, pues estamos convencidos de que uno murió por todos, y por esto todos han muerto” (v.14)

¿Quién está en el centro de tu vida? Bueno es que Cristo se encuentre allí y que todo en tu vida gire alrededor de él.
¿Por qué es importante que Jesús esté en el centro de todo? Hay muchas razones para ello, pero vamos a destacar solamente dos: (1) Él es tu Creador, y (2) Él te ama. Quizás el primer motivo no te incentive mucho, sin embargo el segundo, definitivamente te atrapará como lo hizo con el apóstol Pablo y tantos otros (multitudes de multitudes) que se han visto tocados por el gran amor de Jesús. Al comprender este amor, ¿cómo no ser movido a hacer de Cristo el centro de nuestras vidas, cómo no quedar rendidos ante él?
¿Cómo logras que Cristo sea el centro de tu vida? Haz que tu vida esté enfocada en él. Para alcanzarlo debes amarle. Él quiere que lo amemos y dejó precisamente un mandamiento para nosotros relacionado con ello, lo conocemos como el Gran Mandamiento (Mt.2237). ¿Todavía te parece ambiguo? Entonces, solamente adórale. Haz esto en todo tiempo y conseguirás que su presencia vaya contigo; es más, él te dirá a dónde debes de ir y qué es lo que debes de hacer para servirle. 
Atrévete a hacer de Cristo el centro de tu vida. No existe en el mundo nada que se pueda comparar a esta decisión. Que Jesús sea tu centro.

miércoles, 26 de octubre de 2016

FORMADOS PARA EL SERVICIO

Efesios 2:1-10
“Es Dios quien nos ha hecho; él nos ha creado en Cristo Jesús para que hagamos nuevas obras, siguiendo el camino que él nos había preparado de antemano” (v.10 DHH)

El Señor nos ha dado un nuevo nacimiento y éste es de naturaleza espiritual. El primer nacimiento, el de la carne terminó en un fracaso. Con éste no pudimos conformarnos a los mandamientos de Dios de tal modo que nos condujo a una rebeldía que como afirma el apóstol Pablo llegamos a ser objetos de la ira de Dios. El resultado final fue que terminamos muertos a causa de nuestros delitos y pecados (v.1).
Fue entonces que Dios decidió darnos un nuevo nacimiento. Este nos viene cuando por la fe hacemos nuestra la obra que Jesús hizo en la cruz. No necesitamos añadirle absolutamente nada a lo que ya está hecho, es por gracia, no por obras, y únicamente por medio de la fe. Al responder de tal modo algo poderoso sucede en el hombre, es recreado, es hecho de nuevo y entonces puede ya conformarse a los propósitos de Dios puesto que Él ha dado a esta naturaleza espiritual disposiciones y capacidades que la otra no pudo ejecutar.
Al alcanzar esta nueva condición quedamos listos para poder servirle. Recibimos dones, nuestros talentos son refinados y potencializados, nos es dado incluso amor y compasión para poder ministrar a las personas. Todo lo que recibimos no es para beneficio personal, esto va contra la esencia misma del nuevo nacimiento el cual pone en nosotros la misma disposición de Cristo hacia donarse a los demás. 
Si hemos sido formados para servir, bueno es en consecuencia preguntarnos qué es lo que Dios nos ha dado, y luego cómo es que podemos usarlos para poder servir a los demás. Resuelve en oración hacer un inventario de lo que se te ha dado y pide sabiduría para poder administrarlo lo más pronto posible.

martes, 25 de octubre de 2016

HAY QUE CRECER

Romanos 8:28-32
“Dios los conocía antes de que el mundo fuera creado. Él decidió que fueran como su Hijo” (v.29a)

El crecimiento es un fenómeno natural en el ser humano. Inicialmente conlleva crecimiento físico y aquello que definimos como madurez. En esto último encerramos asuntos como crecimiento intelectual, emocional, social e incluso el espiritual para nosotros los cristianos.
Cuando somos pequeños anhelamos crecer, “queremos ser como papá o mamá” es lo que nos decimos. Nos sentimos ilusionados con el crecimiento pero como somos aún niños no reconocemos el lento proceso y los duros vaivenes que muy a menudo esto implica. Crecer trae cambios, perdidas y nuevas responsabilidades. Todo esto acompañado muchas veces de situaciones que no logramos comprender y que suelen traer dolor.
Dios nos dice que hay que crecer y que él nos ha destinado que seamos como su Hijo Jesucristo. Dios ha planificado que lleguemos a ser como el mejor. Obviamente necesitaremos toda de nuestra vida para poder parecernos a él y aún con todo el esfuerzo que hagamos será por su gracia que llegaremos a serlo cuando estemos en su presencia. ¿Es éste un fácil proceso? No, habremos de experimentar duras pruebas para poder lograrlo. En tales situaciones será nuestra buena actitud y disposición para confiar en el Señor y la perseverancia lo que nos mantendrá firmes. Con todo, nuestro buen Dios se encargará de que salgamos adelante aun haciendo que la maldad de los hombres o nuestros propios errores nos ayuden a conseguir este propósito.
No debemos de perder la ilusión de crecer. Desarrollemos una buena actitud y determinación en todo aquello que encontremos a fin de poder lograrlo. Ser como Cristo es lo que nuestro Padre ha planificado para nosotros. Continuemos en el proceso.

lunes, 24 de octubre de 2016

UNA FAMILIA ESPIRITUAL

Efesios 1:3-14
“Dios decidió de antemano adoptarnos como miembros de su familia al acercarnos a sí mismo por medio de Jesucristo. Eso es precisamente lo que él quería hacer, y le dio un gran gusto hacerlo” (v.5 NTV).

Al considerar mi familia física (una hermosa familia, por cierto) no puedo sino tener una buena base para entender el concepto de una familia espiritual. Con todo considero a la luz de la enseñanza bíblica que ser parte de la familia espiritual de Dios es muchísimo mejor. Ésta tiene ya por esencia una connotación totalmente eterna, la cual la hace que aun el mejor modelo familiar terrenal sea solamente una sombra insignificante.
La familia espiritual de Dios fue urdida en el corazón de Dios desde la eternidad. Nos creó con el propósito de ser sus hijos y estar en su presencia, y aunque lo echamos a perder, sin embargo él no cesó en su proyecto hasta conseguir que volviéramos a su seno. “Nos adoptó como miembros de su familia al acercarnos a si mismo por medio de Jesucristo”, afirma Pablo, y no se queda sólo en dicha palabras sino que añade: “Eso es precisamente lo que él quería hacer, y le dio un gran gusto hacerlo”. Esto último debería sonar como un hecho tan significativo para nuestras vidas. ¡Qué Dios tan maravilloso tenemos que le dio gran gusto hacernos miembros de su familia!
Al considerar la naturaleza de esta familia, y al tomar en cuenta el esfuerzo y la gracia del Señor, quienes somos ya sus hijos deberíamos ser motivados a esforzarnos para hacer que esto no sea tan solo una sana doctrina. Alentar las buenas relaciones en el marco de una Padre amante y compasivo tendría que ser un refrigerio permanente para quienes nos jactamos de llamarnos hermanos en la fe. Aportar para vivir la belleza de la familia espiritual es algo que nos corresponde ahora, insinuar que esta vida es solamente para ser vivida en la eternidad es no haber comprendido lo que el Señor ha hecho en Cristo. Dios te invita hoy a vivir como hijo y como hermano en tu familia espiritual.

viernes, 21 de octubre de 2016

CONSIGUE SABIDURIA

Proverbios 20:5-9
“Aunque el buen consejo esté en lo profundo del corazón, la persona con entendimiento lo extraerá.” (v.5)

Nuestros sistemas educativos nos han engañado cometiendo así un grueso error con nosotros. Nos han dado mucha información bajo la presunción que es el conocimiento lo que hace grande al hombre. Pero basta una pizca del tiempo para darnos cuenta que no hay grandeza en la humanidad sino todo lo contrario. No es el conocimiento lo que trae grandeza.
Si no es el conocimiento, entonces ¿qué es lo que daría a nuestro mundo un cambio sustancial? La sabiduría. Ésta ha sido confundida con el conocimiento, pero está tan alejada de ella que incluso podríamos admirarla en la vida de un hombre que no vive expuesto a toda la información que se da ahora para hacernos mejores. ¿Lo dudas? Pasa unos días en el campo y hallarás la sabiduría que no encuentras en la gente con la cual convives en la ciudad. Necesitamos de la sabiduría y ésta es otra cosa.
¿Cómo conseguimos ser sabios? Está en lo profundo del corazón del hombre así que lo que tenemos que hacer es extraerla. Para lograr esto necesitamos (1) hacer buenas preguntas, y (2) escuchar. Ser inquisitivos es una virtud para alcanzar la sabiduría, se señala que fue así como empezó la Filosofía (cuya nombre precisamente significa “amor a la sabiduría”), pero obviamente no es suficiente si no estamos acostumbrados a escuchar. Tal práctica es la que ha convertido a nuestro mundo en lo que es ahora.
¿Quieres conseguir la sabiduría? Empieza inquiriendo al corazón de Dios. Pregunta y has silencio para escuchar. Él te hará sabio y te guiará para que puedas hacer las preguntas correctas a fin de que puedas beneficiarte de sus frutos.

jueves, 20 de octubre de 2016

AMIGO DE SABIOS

Proverbios 13:15-25
“El que anda con sabios, sabio será; más el que se junta con necios será quebrantado” (v.20)

Leí esta mañana el siguiente dicho que calza como un anillo al dedo en relación a nuestro texto de hoy: “Si quieres volar como el águila, no corras con pavos”. Si te has propuesto ser sabio, debes elegir a las personas sabias como amigos.
¿Por qué amigos sabios? Porque la vida es tan compleja y difícil que requiere de la sabiduría para vivirla bien, y son precisamente la gente sabia la que ha entendido esto y le sacan ventaja a la vida aun en las peores circunstancias. Seguir este consejo obviamente implicará cambiar en nosotros algunos criterios como por ejemplo el de la popularidad que nos lleva a entregarnos en “amistad” a todos aquellos que nos exigen grandes cuotas de insensatez para ser considerado entre los suyos.
¿Cómo puedes hacer esto? Únete a personas que hacen de las Escrituras sus normas de vida. Busca la amistad de aquellos que primero oran y se preguntan por la voluntad de Dios para tomar sus decisiones cotidianas. Aprende de ellos, obsérvalos, pregúntales cómo consiguen la dirección de Dios y cuáles son los principios que guían sus vidas. 
¿Quieres ser sabio? Busca amigos sabios.

miércoles, 19 de octubre de 2016

¿QUÉ CONSUME TU MENTE?

Proverbios 15:13-16
“El sabio tiene hambre de conocimiento, mientras que el necio se alimenta de basura” (v.14)

Solemos pensar que lo que nuestro cuerpo consume no importa. Obviamente esta idea está relacionada con ciertas épocas de nuestras vidas en los que nuestro cuerpo goza de la salud que le da la tan apreciada juventud. Así que asumimos que le podemos dar todos los gustos que éste nos solicite. 
¿Pero en realidad no importa lo que nuestro cuerpo consume? Si tu idea de buena vida es que la buena salud te acompañe hasta los cuarenta años y que de allí en adelante vivas una vida llena de males, entonces el razonamiento es correcto; sin embargo a nadie se le ocurrirá tamaña insensatez por lo que darle a nuestro cuerpo alimento nutritivo es lo realmente sí importa.
Así como ocurre con nuestro cuerpo, también es con nuestra mente. Necesitamos alimentarla de sabiduría y no de basura a fin de tener una buena salud emocional y espiritual que nos permita llevar una buena vida. Como afirma el proverbista en el contexto del verso que tomamos para nuestra meditación, la basura trae aflicción y abatimiento de corazón, pero la sabiduría hace que el corazón se sienta como que está en un banquete continuo. ¡No existe comparación alguna cuando decides que tu mente se alimente de sabiduría!
¿Dónde buscarás la sabiduría? Esta es la única respuesta: “Porque el Señor da la sabiduría; conocimiento y ciencia brotan de sus labios” (Prov.2:6). Lee la Biblia cada día… porque lo que consumes sí importa.

martes, 18 de octubre de 2016

GENEROSIDAD

2 Corintios 9:1-15
“Como resultado del ministerio de ustedes, ellos darán gloria a Dios. Pues la generosidad de ustedes tanto hacia ellos como a todos los creyentes demostrará que son obedientes a la buena noticia de Cristo” (v.13 NTV)

Dios quiere que su iglesia sea generosa. La generosidad no consiste en una buena iniciativa producto de un corazón sensible a las necesidades de su prójimo sino que está en el corazón de Dios y nos lo pide como un mandamiento. Es cierto que se requiere de sensibilidad, pero ella no determina que demos, debemos dar con generosidad aun cuando a veces no sintamos e incluso cuando no tengamos en abundancia. 
Sin embargo, ante este mandamiento nos vemos atemorizados por el hecho de que nos hemos acostumbrado a poner nuestra seguridad en el presupuesto semanal o mensual. ¿Y qué si nos falta, qué si se nos enferma Juanito? Se nos ocurren una serie de cosas y entonces sentimos que es prudente no dar cabida a la generosidad. ¿Cuántas veces no nos hemos sentido impelidos por Dios a dar? Tantas veces que hemos la hemos racionalizado y justificado con nuestro sentido de prudencia.
Pero Dios no nos da un mandamiento para el cual él no provea ni que sea carga para nosotros, por el contrario nos resulta en una bendición. Medita solamente en estas: Nos trae felicidad (Hch.20:35); hace que la mano generosa de Dios se abra en favor nuestro (2 Cor.9:6); y por último, nos da la satisfacción de hacer que su nombre sea glorificado, contribuyendo así nosotros con la proclamación de las buenas nuevas (2 Cor.9:13). 
¿Qué compromiso estás dispuesto a hacer con Dios en este día? Quizás podríamos empezar separando alguna cantidad de dinero destinándolo para tal fin, a la vez que oramos al Señor para que nos guié a la persona o proyecto al que debemos destinar dicho ofrenda. Será un buen comienzo.

lunes, 17 de octubre de 2016

COMPRENSIVOS

Colosenses 3:12-17
“Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda. Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes deben perdonar a otros” (v.13 NTV)

“Ser comprensivos con las ofensas que nos hacen”. ¿Cómo hago esto si va contra mi naturaleza? Pero, ¿acaso no es algo que esperaríamos que la gente hiciera con las ofensas que les hacemos? Ciertamente es algo que les pediríamos, como una especie de nueva oportunidad para nosotros. Entonces… ¡por qué no hacer nosotros lo mismo!
El asunto es que aunque exigimos que los demás sean maduros en la fe y nos extiendan su gracia, nosotros no somos tan pronto a ello, por eso es que el mandato del Señor al respecto no nos remite a nuestra lógica (eso de hacer algo que esperaríamos que otros hicieran por nosotros) sino a mirar a Jesucristo y su gran obra en favor de nosotros. ¿Qué si él no fuera paciente con las ofensas que hemos cometido contra él, que incluso hoy y más tarde vamos a cometer? ¡No quisiera imaginarlo!
¿Cómo logramos comprender y extender gracia al ofensor? No conozco otra manera si no mirarlo a él como Cristo me ve a mí. No para justificar su ofensa, pero sí para llenarme de una compasión que va más allá de la que yo como hombre no tengo. Entonces nos levantaremos sobre nuestras limitaciones y habremos perdonado trayendo una nueva oportunidad para nuestro prójimo y también para nosotros. 
Quizás digas “yo no me voy a sentir bien haciendo esto”. Recuerda que después que haces lo que es correcto, Dios siempre hará que te sientas bien.

viernes, 14 de octubre de 2016

DOLOR Y RECOMPENSAS FUTURAS

Hebreos 11:23-29
“(Moisés) Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los placeres momentáneos del pecado” (v.25).

Frente a una cultura del placer momentáneo, la iglesia no siempre ha reaccionado adecuadamente a sus influencias. También queremos soluciones instantáneas que nos causen placer, sobre todo si éstas significan para nosotros evitarnos el dolor presente.
Es inevitable en la experiencia pastoral encontrarse con casos en los que quienes vienen a nosotros quieres respuestas que traigan arreglos inmediatos a sus problemas. Quieren un consejo que sea como el que abre su Mar Rojo ante la crisis egipcia que están viviendo. Es entendible, el dolor es incómodo y nos es natural el repelerlos de nuestra vida. Así que cuando el consejo va en otra dirección, el de la espera, el del aceptar el sufrimiento como parte de su obediencia a Dios, entonces como que las palabras no suenan tan espirituales y no son bienvenidas.
Es interesante que nuestro texto de hoy afirme que Moisés “prefirió ser maltratado”. Claramente esto nos descubre que hubo una elección en la que decidió si prefería una gratificación presente o trabajar, aunque con dolor y sufrimientos, para alcanzar en el futuro algo más trascendente. Podemos notar que su acción fue la de desechar esa filosofía facilista que dice: “lo quiero todo y lo quiero ahora, y lo quiero gratis y que sea fácil”. Si quieres lo mejor, es necesario que comprendas que la vida no funciona así.
¿Qué dolor debes aceptar en el día de hoy para recibir beneficios en el futuro? Empecemos a disciplinarnos en áreas que traerán recompensas venideras si las asumimos el día. ¿Qué de algunas situaciones de carácter? De hecho éstas son las más difíciles y las más dolorosas. La vida eterna y abundante nos demanda dicha elección.

jueves, 13 de octubre de 2016

SER QUIEN DIOS QUIERE QUE YO SEA

1 Tesalonicenses 2:1-8
“Nuestro propósito es agradar a Dios, no a las personas. Solamente él examina las intenciones de nuestro corazón” (v.4b)

Al buscar agradar a Dios determinó que mi identidad está en relación a él. Mi identidad está quedando definida por lo que él ha dicho quién soy yo. ¿Qué ha dicho acerca de quiénes somos? El apóstol Pablo señala que el Espíritu de Dios que ha sido puesto en nuestros corazones nos dice que somos hijos de Dios (Ro.8:14-17). Entonces, ¿quién soy yo? Soy un hijo de Dios, ésta es mi identidad.
Una vez que esto ha sido determinado nos queda clara las palabras del apóstol, siendo que somos hijos de Dios vamos a buscar agradar a nuestro Padre y no a las personas. Pueda ser que a veces coincidan pero no siempre nos ocurrirá porque lamentablemente las demandas de los hombre muchas veces son contrarias a la que nuestro Padre. El Señor Jesús, nuestro hermano mayor, tuvo que enfrentar ese dilema y el ser consecuente respecto a su identidad terminó llevándole a la cruz; pero fue también esto lo que lo llevó a la gloria y exaltación. 
Debemos tomar el camino de agradar al Padre si somos sus hijos. Tomar una actitud diferente va a resultar en un engaño para nosotros además de constituirse en un peligro (en Marcos 8:38 dijo que si nos avergonzamos de él, él también se avergonzará de nosotros en su venida).Tanto para nuestra salud espiritual, emocional, mental e incluso física es importante que admitamos quienes somos y que vivamos siendo consecuentes de ello. Si Dios eres hijo de Dios, define tu identidad al buscar agradar solamente a tu Padre.

miércoles, 12 de octubre de 2016

LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA

Juan 11:17-27
“Jesús le dijo: —Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá aun después de haber muerto. Todo el que vive en mí y cree en mí jamás morirá. ¿Lo crees, Marta? —Sí, Señor —le dijo ella—. Siempre he creído que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que ha venido de Dios al mundo” (vv.25-27).

Al escribir este devocional quisiera en primer lugar GLORIFICAR a mi SEÑOR Y DIOS y luego honrar a un gran hombre que fue llamado a su casa celestial en horas de la madrugada de este día. 
Recibí la noticia hoy temprano mientras meditaba en la Palabra del Señor y oraba en mi corazón. Sonó el teléfono y en realidad cuando suena temprano algo en mí se pone en alerta, estas horas no suelen entregar buenas noticias. Entonces me comunicaron que mi hermano en la fe había fallecido… un campeón en la fe nos había dejado. Al recibir la noticia mi corazón se apesadumbro porque teníamos la esperanza de tenerlo aun entre nosotros, por esto orábamos. Quería expresarle eso al Señor, pero de pronto mis emociones giraron para glorificar a Dios y alabarlo porque había llevado a mi hermano a casa, allí donde él mismo se encargará de enjugar toda lágrima de él. 
Las palabras del Señor a Marta son sin duda las más esperanzadoras que existen en tierra. Nunca palabras algunas han dado paz y seguridad al hombre. En ella descansamos los que estamos para entrar el umbral de la muerte pero también los que quedamos pues traen el consuelo de Dios de que no todo está terminado… estaremos en la eternidad con nuestros amados que murieron en el Señor.
Mi Dios, gracias por este siervo tuyo. Tú has honrado tu nombre al permanecer con él en todo tiempo y al llevarlo el día de hoy a tu presencia. LA GLORIA SEA DADA A TI POR TODA LA ETERNIDAD.